Entrevista al guitarrista Manuel de la Luz
Entrevistamos al tocaor onubense Manuel de la Luz
Entrevistamos al tocaor onubense Manuel de la Luz
Redacción www.chalaura.com
(Pablo San Nicasio Ramos y Julián Redondo)
BRAINSTORMING RIQUENI
Arrancó la atípica Suma Flamenca 2020, invernal e in-extremis, con el concierto del que fuera uno de los guitarristas predilectos del maestro Morente, dedicatario del festival de este año: Rafael Riqueni.
Aunque no es el que fue, desde luego sigue siendo ese milagro en forma de guitarrista flamenco cuya cabecita sigue dando que hablar y gozar a los flamencos.
Concierto corto para lo que nos gustaría. Pero las restricciones y los tiempos duros se imponen. Mucha ceremonia de higiene y respeto, estamos hechos ya a una dinámica de la cual más nos valdría escapar pronto. Sería buena señal.
Comenzó el maestro por granaína. Solo. De hecho medio concierto se lo raspó como deberían hacerlo todos los que se denominan grandes del toque. Eso es lo meritorio de Riqueni y nunca dejaremos de cantárselo. Que un guitarrista como él, con sus circunstancias, sea a la postre el más aficionado al toque puro, solista y clásico, deja en bastante mal lugar al grueso del escalafón. Sobre todo a los más jóvenes.
En todo caso volvamos a su granaína, tan a compás a pesar de lo libre del estilo. Con secciones en las que predominó la potencia del toque del trianero.
Por soleá, la de “los Llanos”, prosiguió Riqueni. Es uno de sus palos fuertes. Sí, es cierto que no hay la limpieza, velocidad y compás de antaño. Pero para eso estarán los que se estudien estos monumentos a la guitarra.
No dejamos de recordarlo, urge la transcripción completa de la obra de Riqueni para los que vendrán. Son piezas de repertorio de concierto para cualquier guitarrista del mundo.
Por alegrías y bulerías terminó la primera parte.
Mención a Antonio Benamargo, organizador de la Suma y uno de los protectores de Rafael tantos y tantos años.
Pasado el ecuador del recital aparecieron Manuel de la Luz y Salvador Gutiérrez. Compañeros de esta “Herencia” que lleva a los escenarios uno de los guitarristas más especiales que tenemos. Rafael Riqueni no tiene ni tendrá discípulos, ni imitadores. Es imposible. Por como es él. Eso no se aprende ni se imita. El “riquenismo” nació y morirá con Rafael. No hay más.
Ecos a Morente en la recreación a trío de “La Estrella”, los Fandangos al Niño Miguel y una estupenda fantasía por bulerías.
Lo mejor llegó afinando por rondeña y a compás de tangos. Fueron cuatro minutos, pero de los de guardar. Fin de fiesta por rumba “Domalabra”.
Lo bueno de Riqueni es que se ve cómo es. Lleva toda su vida escapando y a nosotros lo que nos gusta es verle como es él al natural. Sus, para él, imperfecciones son las que hacen que el mundo del flamenco pueda ver otra perspectiva en la soleá, en una granaína, en unos tangos. Todo es diferente, como lo hacía su añorado Manuel Molina.
Su mirada no es terrícola. No nos importa que a veces no le salgan las palabras-notas, porque sabemos sus intenciones y admitimos que ninguno de nosotros lo había pensado.
Como no habíamos podido imaginar que iba a acabar ofreciendo en una sola entrega tres versiones de Moon River, My Way y Cinema Paradiso. Qué pena que este guitarrista sea español. Como sucedió con tantos otros, si llega a nacer en Florida hoy le estábamos levantando iglesias. Bendito Rafael.
«La Gafa» nos regala una estupenda galería de la noche de Joselito Acedo en los Jueves Flamencos de Cajasol. No estuvo solo presentando «Triana D.F»
Hace unos días aludíamos en la crónica de Germán San Nicasio del concierto-presentación de “Albayzín”, a la bisoñez sin apreturas ni “comeduras de tarro” del menor de los Morente. Algo que corroboramos en la entrevista que tuvimos hace unos días con él. Círculo de Bellas Artes, media mañana en medio de la nevada del año en Madrid. Después de tres meses de intentonas, nos vemos cara a cara con “Kiki”.
Por Pablo San Nicasio @pablosannicasio
Ha pasado más de una semana desde la presentación del disco de Kiki Morente y por fin encuentro un rato para sentarme a escribir la crónica. Estoy teniendo un otoño movidito. Como dice una amiga mía, se me acumula la vida. Esto de Kiki Morente fue el martes 14 de noviembre (2017) en la Sala de Columnas del Círculo de Bellas Artes (Madrid). Presentación por todo lo alto: escenario de lujo, discográfica gorda, medios de comunicación acreditados y abundancia de caras conocidas entre el público: Estrella Morente, Soleá Morente, Carmen Linares, Pitingo, Loles León. No sé si asistí al nacimiento de una estrella o no, no me atrevo a
Por Pablo San Nicasio @pablosannicasio
Había hasta apuestas sobre si Rafael Riqueni iba a actuar en el Berlín la noche del sábado. Entre lo mal acostumbrados que estamos y lo malpensados que somos, en el flamenco no damos tregua a nadie. Y con Rafael Riqueni estamos equivocados si nos imaginamos a un guitarrista que se viene abajo antes de un concierto o que sufre por su vocación. De esos hay muchos, y arriba del escalafón también. No es el caso de Rafael.
Ha pasado ya una semana desde la última resurrección de Rafael Riqueni y todavía no sé qué decir. Me refiero a la última resurrección de Rafael Riqueni presenciada por mí, porque, como es obvio, desde entonces hasta hoy Rafael ha tenido tiempo más que de sobra para volver a caerse y recaerse cuarenta veces y para resucitar otras cuarenta veces más. El ave Fénix ése del que todo el mundo habla es una guarrería comparado con Rafael Riqueni.
No sé si el guitarrista Raúl Olivar practicará la meditación trascendental, pero tiene toda la pinta, o al menos a mí me lo parece. Por su temple profundamente espiritual con la guitarra, por el aura cálida de benevolencia que transmite su música, y por su propia persona, que es como si todo él estuviese inmerso en ese estado de serenidad y bienestar inigualable que sólo se alcanza cuando eres capaz de ordenar tus facultades mentales. En fin, igual es paranoia mía pero es la sensación que me da a mí desde mi posición de observador a distancia.
La guitarra flamenca en Castilla y León tiene en el vallisoletano Raúl Olivar a uno de sus referentes. Aunque aún muy joven, su carrera discográfica, pedagógica, acompañante y concertística tienen un hueco en las mentes de todos los aficionados de la región.
En unos días el maestro Óscar Herrero presentará las guitarras que llevan su nombre. construidas por el valenciano Amalio Burguet. Una nueva iniciativa en la carrera de un concertista y pedagogo de categoría. Entrevistamos al maestro manchego, que no da puntada sin hilo. En los escenarios, las clases… y en entrevistas como esta.