José del Tomate: guitarrista

 

La otra semana estuve en el concierto de José del Tomate en el Teatro Real de Madrid. Me gustó mucho. José del Tomate es José Israel Fernández Torres (@jose_fernandez_torres en Instagram) y ustedes ya saben de quién es hijo, sobrino y bisnieto. A sus 20 añitos acaba de sacar su primer disco: Plaza Vieja, producido por Tomatito para Universal Music Spain y con un buen montón de colaboradores chulos: Kiki Cortiñas, Duquende, Saúl Quirós, Ángela Bautista, Mariángeles Fernández, Antonio Ramos “El Maca”, Israel Suárez “Piraña”, José María Cortina, Luis Perikin, Juan Grande, Tomatito —que sólo aparece en unos tanguillos pero no podía faltar—, Montse Cortés, Aitana del Pescao, Bernardo Parrilla, Josemi Carmona, El Pescaíto, Joan Albert Amargós, Diego “El Cigala”, Antonio Ramos, Ramón Porrina, Antonio Serrano y Alonso Núñez “Rancapino”. Algunos de estos colaboradores también estuvieron el otro día en el escenario del Real, pero como a José del Tomate le dio por presentarlos no por sus respectivos nombres artísticos sino por sus respectivos deneís, pues repetimos mención: José Fernández (teclado), Antonio Fernández (palmas), Kiki Fernández y Mariángeles Fernández (cante), Cristóbal Fernández (segunda guitarra), Johny Fernández (percusión) y Dani Fernández Fernández (bajo). Me gusta ser riguroso con las identidades de los artistas siempre que las circunstancias me lo permiten.

Fui al concierto con mi compi Jake Shane, que, aunque es de Chicago y encima cantautor, sabe de flamenco bastante más que yo y me fue explicando todas las cosas: «Esto es de Sabicas, esto es de Miguel El Tomate, esto es del Niño Miguel». Hay que decir que José del Tomate, en lo que a rasgos fisonómicos se refiere, se parece mucho más al Niño Miguel que a Tomatito, pero si hablamos de dedos, el chaval tiene una facilidad y un empaque apabullantes y calza un calibre como para brillar sobradamente con luz propia. Hubo un momento en el que Tomatito subió al escenario a compartir un tema con él y le dio un abrazo y un beso y también hubo un apretón de manos y, bueno, me encantaría poder confirmarlo algún día desde más cerca, pero en la distancia me dio la impresión de que Tomate hijo tiene la mano más grande que Tomate padre. El tamaño tiene su importancia cuando se trata de acariciar guitarras.

El tema que compartieron los dos Tomates a solas fue Two Much, que ya se lo tienen bien masticadito de tocarlo juntos en todas las giras del señor Tomate padre y a lo mejor habría tenido más gracia que esta vez hubiese sido él, Tomate padre, quien hubiese hecho las veces de segunda guitarra, que para eso era el concierto de su hijo, ¿no? Dicho esto, una sombra inmejorable la de este árbol genealógico.

Y a propósito de genealogías artísticas. El disco se titula Plaza Vieja en alusión a la Plaza de la Constitución de Almería, también conocida como Plaza Vieja, que, curiosamente, fue el sitio donde José del Tomate vio por primera vez en su vida a Paco de Lucía. El genio de Algeciras daba allí un concierto y Tomatito llevó a su hijo para que le pudiera saludar, y anda que le faltó tiempo al otro para hacerle al niño la pregunta tocapelotas del millón:

—¿Quién te gusta más: tu padre o yo? —le espetó Paco de Lucía a quemarropa.

José Israel se quedó tan a cuadros que en ese momento no fue capaz de dar una respuesta, o a lo mejor no respondió porque no quiso, oye, que también se puede ser chulo sin abrir la boca, en cualquier caso, Paco de Lucía no iba a consentir que aquello quedase así. Apuesto a que el colega se pasó el concierto rumiando la sonrisilla del jodío niño que le había regateado por toda la cara la coba reglamentaria, pero después del concierto se las arregló para engancharle otra vez, ahora sin testigos, y se lo volvió a preguntar:

—¿Pero a ti quién te gusta más: tu padre o yo?

—Tú —acabó diciendo José Israel.

Sublime sin interrupción en todos los sentidos, así de atormentada y competitiva era la genialidad de Paco de Lucía, ni un solo minuto de respiro le daba al pobre Francisco Sánchez Gómez.

La anécdota nos la cuenta el propio José del Tomate en una entrevista concedida recientemente a este mismo medio y que me permito recomendarles desde aquí. Si algunos coleccionistas de anécdotas de Paco de Lucía somos capaces de tragarnos varias horas de televisión con Alejandro Sanz y Bertín Osborne sólo por ver si nos cae alguna gotita más de nuestro ídolo, cómo no voy a permitirme el autobombo de celebrar la aparición de una entrevista como Dios manda. En fin, ser José del Tomate es ser el único guitarrista del momento que sabe lo que significa compaginar con solvencia dos estigmas de los de para toda la vida: el síndrome de Paco de Lucía y el síndrome de Tomatito. Ensanchando el vademécum de la guitarra estamos, queridos amigos.

—¿Quién te gusta más: tu padre o yo?

—Ninguno de los dos, que sois unos chuflas tremendos a cuál peor y ya veréis cuando me crezcan a mí los dedos. —Anda y que no habría fardado el chaval si le llega a soltar esto al gran Genio.

 

Germán San Nicasio

Escritor

 

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