Suma Flamenca Joven ´21. Reseña 24 de septiembre

FUTURO

Ciertamente se agradece siempre que haya formatos para jóvenes. No porque el flamenco esté carente de cantera solvente, que siempre la ha tenido y creemos que la tendrá. Como afición, que parece que no hay o cada vez menos, pero de eso nada.

Lo que sucede es que a los aficionados les gusta, nos gusta, tener un muestrario que tome la temperatura de lo que le espera a este arte en los años próximos, cuando ya no estén los veteranos y las estrellas más rutilantes de la actualidad vayan perdiendo, siempre desde la lógica la ley de vida, el brillo artístico. Tener un serial en el que en formato de terna, muy taurino, los «novilleros» del flamenco se batan el cobre


El guitarrista madrileño Ángel Flores salió por tarantas con su guitarra bien educada. Curtida en el conservatorio, el tablao, el acompañamiento, etc. Es decir, poco que reprocharle de entrada si nos ponemos con los peros que se les suele poner a los jóvenes por parte de sus mayores. Estos vienen con la teoría, al menos, muy bien aprendida. Y con la práctica parece que también. Sólo les falta la solera, aunque a tenor de cómo le suena la sonanta a Flores, parece que tiene 25 años más. Su taranta estuvo llena de ortodoxia en los tonos, la estructura y casi en las formas. Decimos casi porque introdujo armónicos octavados en una melodía que resultó sobria pero muy buena como aperitivo. No abrió los ojos. Vino a tocar y disfrutar.

Buen toque también por soleá. Dentro de una sobriedad que denota que Ángel conoce, lo decíamos, el toque «por derecho» y a partir de él compone con criterio. Buenos trémolos en toda su intervención y sorpresivo paso a soleá por bulerías. Final meteórico y estupendo calentamiento.

Agradecido y comprometido con la causa, Ángel dio paso a los palmeros que por alegrías pondrían compás a una creación que rubricaría la pertinencia de su inclusión en el ciclo. Guitarristas jóvenes, originales, formados, con garra y fundamentos verdaderos para hacer carrera en esto. Ángel Flores desde luego que sí. Luego Dios dirá, de momento, ellos lo dan todo.


Ángeles Toledano, jiennense, fue la segunda en intervenir. Cantaora que arrancó por levante y cantes de sus latitudes, que conoce bien. Giros muy personales, con un acompañamiento muy bien empastado, ensayado, personal, paralelo, de su Benito Bernal.

Siguió por alegrías, mucho más generosa. Número que domina y que lleva bien metido en su repertorio. Con vídeos casi virales en la Red y es por algo. Muy técnica pero también con garra. No tanta sal, pero sí poderío. Algo que quizá la seguiriya no tuvo, sin perder la técnica. Estamos ante una juventud arrolladora que, conforme gane en metal dorado de experiencia será un auténtico dolor seguiriyero.

Con un agradecimiento emocionado, como sucedió con Ángel Flores, agradeció su inclusión en el serial y dio paso a unas bulerías de introducción memorable. Vaya para de palmeros son los hermanos Gamero, ojito porque serán como esos que casi son más famosos que los artistas a los que jalean. Importantísima labor y no menos meritoria el compás de esta cantaora.

Desde luego madera de artista y de flamenca hay. Que la suerte le acompañe y la industria y las tripas de este arte no la quemen, todos los agradeceremos.


Turno final para Rebeca Ortega. Joven bailaora madrileña que se trajo un plantel acompañante de lujo. Paisanos todos con muchísimas tablas que llevaron en volandas un soberano taranto.

Interludio por bulerías de un cuadro sencillamente excepcional y paso final a la alegría con la bata de cola y el mantón que no son cargas en esta mujer, a la que sí se adivina más poderío que búsqueda obsesiva por la estética. Y eso que las estampas con la guitarra de fondo de Jesús de Rosario las firmaba cualquiera de las grandes. Y por grandes queremos decir, mayores.

Resumimos, tres valores, con potencial y fundamentos para soplarle en la oreja a los que acomodados ven pasar los años. Lástima la descompensación de tiempo, la guitarra poco frente a sus dos compañeras. Aún así buena muestra de lo que hay y sobre todo, habrá.

Gala II – Viernes 24 septiembre 2021 – 19:45h

REDACCIÓN CHALAURA.COM (Pablo San Nicasio y Julián Redondo)

ÁNGEL FLORES Guitarra en concierto (Madrid); Álvaro y Fernando Gamero, compás.
ÁNGELES TOLEDANO Cantaora de Jaén; Benito Bernal, Guitarrista. Álvaro y Fernando Gamero, compás.
REBECA ORTEGA Bailaora de Madrid; Juañares y Saúl Quirós, Cante; Jesús de Rosario, guitarra. Martín Revuelo, palmas.

Pepe Habichuela y Kiki Morente en la Suma 2020

RECUERDOS DE LA ALHAMBRA

Recta final de la Suma Flamenca. Esta extraña y casi “tapada” Suma, la de este año. Morente como motivo principal y, por ello, el día de los Habichuelas y Morentes quedaba bien marcado como uno de los “señalaítos” del serial.

Fue una evocación casi literal de aquellos conciertos del patriarca junto a su pléyade-coro de músicos-familia.

Y es que desde el inicio nos acordamos de don Enrique. Con su hijo menor a palo seco, evocando su Zorongo, las letras de las tonás, con ese golpeo por seguiriya de Josemi y Bandolero. Morente estaba presente. Y no sólo Enrique. Kiki está progresando a pasos agigantados. Lo mismo es pronto para pedirle que abra su camino, pero bien está enmarcar que lo del padre lo tiene muy pero que muy bien aprendido.

Y entonces, el premio gordo de la noche. Inesperado. Salió pronto. Josemi Carmona, lo sabíamos pero a la vez no nos cuadra porque se nos hace raro, se abrió solo de guitarra y sacó una tonelada de flamencura con pedalera y ecos a granaína, a levante. Espectacular el soniquete de este guitarrista. Una verdadera pena que no se bata el cobre con los grandes del toque solista y apenas le veamos así. A él parece que le van más los combos y Ketameos. Este señor, metiéndose en las harinas que recorrió su padre y en la que se embarca su sobrino lejano el “cascarilla”, más conocido como Habichuela Nieto, lo haría muy muy bien porque es personal y sabe cómo sacar sonido a la guitarra. Y créanme que eso es dificilísimo. Josemi Carmona tiene guitarra que regalar y no estamos ahora para andar escatimando recursos.

Este no deja de ser un año raro, cierto. Pero es en estos momentos en los que se ve el compromiso o la cicatería de los profesionales del flamenco. Mientras algunos jóvenes y no tanto andan deseando trabajar o incluso en las colas del hambre, otros más rutilantes parecen esperar a que escampe. Pasa también en el toreo, por ejemplo. Cosas de algunas de las figuras. El caso es que al final, en cuestiones de guitarra, están siendo los veteranos y los que no están muchas veces en los grandes circuitos guitarrísticos los que acabarán siendo referencia.

Mientras tanto, nosotros vibrando con los Morentes y los Habichuelas. Fin de la primera parte por granaína y “La Aurora de Nueva York”. Referencias obligadas y nos reiteramos en la limpieza y afinación de Kiki. Hace años nadie daba un duro por él y ahora lleva la bandera Morente con guapeza y más que dignidad. Bravo.

La Abadía se vino abajo cuando apareció Pepe Habichuela. Lógico. Es de los veteranos de esto y ahí sigue. Sólo abrirse por soleá y ya sabemos que estamos en otro tiempo y en otras ideas de toque. Otra liga.

Tan flamenco como cercano. Hasta poniendo la cejilla donde no es, da juego el maestro. Y su hijo detrás diciéndole cómo ha de ponerla. Cosas del directo.

Qué más da. Como si quiere tocar un ukelele, le sacaría sonidazo.

Y más cuando del cielo baja Morente para ponerle en off un cante de levante antológico. Idea de las buenas y mucha emoción.

En esas tesituras de cantes libres se incorpora Kiki y, con los minutos, el cartel completo. Cuatro para que no digan luego que son grupo de riesgo. Acaba un recital en el que el compás llegó al final y casi de tapadillo. No fue nunca Morente de fiesta y acabose en las clausuras y se huele que José Enrique puede gustar de la misma discreción. Sería un detalle por su parte, en tiempos de tanta pirotecnia sin licencia de ruidos.

Sin ser un recital sobresaliente, hubo momentazos. Grandes recuerdos, pellizco, novedades, esperanzas y, sobre todo, muchísima Habichuela en rama.


Redacción Chalaura.com: PABLO SAN NICASIO y JULIÁN REDONDO

Foto de portada: Paco Manzano. Fotografías de interior: @sumaflamenca

Rafael Riqueni en la Suma Flamenca 2020

Redacción www.chalaura.com

(Pablo San Nicasio Ramos y Julián Redondo)


BRAINSTORMING RIQUENI

Arrancó la atípica Suma Flamenca 2020, invernal e in-extremis, con el concierto del que fuera uno de los guitarristas predilectos del maestro Morente, dedicatario del festival de este año: Rafael Riqueni.

Aunque no es el que fue, desde luego sigue siendo ese milagro en forma de guitarrista flamenco cuya cabecita sigue dando que hablar y gozar a los flamencos.

Concierto corto para lo que nos gustaría. Pero las restricciones y los tiempos duros se imponen. Mucha ceremonia de higiene y respeto, estamos hechos ya a una dinámica de la cual más nos valdría escapar pronto. Sería buena señal.

Comenzó el maestro por granaína. Solo. De hecho medio concierto se lo raspó como deberían hacerlo todos los que se denominan grandes del toque. Eso es lo meritorio de Riqueni y nunca dejaremos de cantárselo. Que un guitarrista como él, con sus circunstancias, sea a la postre el más aficionado al toque puro, solista y clásico, deja en bastante mal lugar al grueso del escalafón. Sobre todo a los más jóvenes.

En todo caso volvamos a su granaína, tan a compás a pesar de lo libre del estilo. Con secciones en las que predominó la potencia del toque del trianero.

Por soleá, la de “los Llanos”, prosiguió Riqueni. Es uno de sus palos fuertes. Sí, es cierto que no hay la limpieza, velocidad y compás de antaño. Pero para eso estarán los que se estudien estos monumentos a la guitarra.

No dejamos de recordarlo, urge la transcripción completa de la obra de Riqueni para los que vendrán. Son piezas de repertorio de concierto para cualquier guitarrista del mundo.

Por alegrías y bulerías terminó la primera parte.

Mención a Antonio Benamargo, organizador de la Suma y uno de los protectores de Rafael tantos y tantos años.

Pasado el ecuador del recital aparecieron Manuel de la Luz y Salvador Gutiérrez. Compañeros de esta “Herencia” que lleva a los escenarios uno de los guitarristas más especiales que tenemos. Rafael Riqueni no tiene ni tendrá discípulos, ni imitadores. Es imposible. Por como es él. Eso no se aprende ni se imita. El “riquenismo” nació y morirá con Rafael. No hay más.

Ecos a Morente en la recreación a trío de “La Estrella”, los Fandangos al Niño Miguel y una estupenda fantasía por bulerías.

Lo mejor llegó afinando por rondeña y a compás de tangos. Fueron cuatro minutos, pero de los de guardar. Fin de fiesta por rumba “Domalabra”.

Lo bueno de Riqueni es que se ve cómo es. Lleva toda su vida escapando y a nosotros lo que nos gusta es verle como es él al natural. Sus, para él, imperfecciones son las que hacen que el mundo del flamenco pueda ver otra perspectiva en la soleá, en una granaína, en unos tangos. Todo es diferente, como lo hacía su añorado Manuel Molina.

Su mirada no es terrícola. No nos importa que a veces no le salgan las palabras-notas, porque sabemos sus intenciones y admitimos que ninguno de nosotros lo había pensado.

Como no habíamos podido imaginar que iba a acabar ofreciendo en una sola entrega tres versiones de Moon River, My Way y Cinema Paradiso. Qué pena que este guitarrista sea español. Como sucedió con tantos otros, si llega a nacer en Florida hoy le estábamos levantando iglesias. Bendito Rafael.

Alba Molina presenta disco. Homenaje a su padre (Por Germán S. Nicasio)

El rapto de Alba Molina (2)

 

Hola, amigos de la NASA, la CIA, o quienquiera que pueda interceptar este mensaje encriptado. Mi nombre es Germán San Nicasio y soy agente de los servicios secretos españoles. Ex agente, más bien. Como quizá ustedes ya sepan, me encuentro en paradero desconocido desde la noche del viernes 1 de diciembre, y, bueno, aunque también es probable que nadie me haya echado de menos, he decidido dar señales de vida no porque pueda haber alguien preocupado por mí, algún familiar o amigo mío, sino para dar envidia al mundo.

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