“Aquí pesa lo mismo el clásico que el flamenco”
Habíamos quedado con Felipe Conde pero al final hubo visión de futuro y fueron sus hijos y herederos, María y Felipe Conde Crespo lo que asumieron el mando y nos pusieron en la pista de lo que tiene pinta de ser el seguro de la saga, la garantía de continuidad de una marca que ya tiene un siglo y pico de tradición. La media luna más flamenca.
Redacción www.chalaura.com
Fotografías: José Antonio Mármol
¿Desde cuándo lleváis en esto?
María: “Yo lo empecé barruntando desde hace unos dos años. Cuando salía de clase de la facultad. Estudié Psicología y venía al taller de vez en cuando. Ahí fue cuando empecé realmente a interesarme por todo este oficio. Llevo construidas ya ocho guitarras, cada una lleva unos dos meses más o menos. Antes no había sentido la llamada, para nada”.
¿Y qué impresión te han dado?
“Me gustan, la segunda la tiene mi madre, fue un regalo para ella. Sí, hay algunas que realmente me han dejado contenta”.
Felipe: “Yo sí que he estado más en esto desde pequeño. Con dieciséis años iba al taller, en las vacaciones. Fui a las ferias de música, conocí el mundo de la guitarra poco a poco y en 2012 me puse de lleno. Antes había hecho trabajos sueltos, preparaciones, barniz, piezas sueltas… un poco para ganarme algo de dinerillo. Luego paré porque estuve estudiando en Estados Unidos sociología y quizá la actividad y el contacto se frenó un poco, pero nada, aquí estoy en el taller full time”.
¿El mercado americano cómo es? ¿Se interesan por lo que se hace aquí?
“Un poco se fijan en esto y a la vez valoran a los nuevos guitarreros que salen allí. Exportan e importan. Es un mercado con mayor poder adquisitivo. Los guitarristas suelen tener una guitarra de aquí y otra de un luthier nativo”.
¿En qué medida os gustan las innovaciones de fuera que se están introduciendo?
Felipe: “Ahora estamos aprendiendo y cogiendo ideas, y con el tiempo vamos desechando o valorando e incorporando avances. Ponemos fibra de carbono en el mango, ya tenemos algunas guitarras de Nomex, que es un concepto moderno. Materiales de la aeronáutica que se han introducido de lleno ya en la luthería y que en general lo que buscan es dar mas resistencia y sonido a las guitarras”.
¿Más clásicos o más flamencos?
María: “Yo de momento me he inclinado más por las flamencas pero quiero aprender bien a hacer clásicas”.
Felipe: “Yo las dos. Me gustan ambas y no tengo preferencias. No son excluyentes para un guitarrero”.
¿Os cambia mucho la actitud previa a la construcción en función de si es clásica o flamenca?
María: “Los pasos son los mismos. Pero cambian los materiales y la técnica…”
Felipe: “Nosotros utilizamos varios tipos de plantilla para flamenca y para clásica. Y sabemos que con determinadas medidas y varetajes podemos llegar a un resultado u otro. Alguna vez hemos combinado elementos de ambas».
¿Esas tapas naranjas…? ¿por qué?
María: “Es por el barniz”.
Felipe: “Se hizo popular y es realmente un capricho”.
El otro día en el Teatro Real se celebró el centenario de la casa que fundó Domingo Esteso
María: “Se hizo una guitarra clásica con una plantilla de un modelo de Domingo Esteso de los años veinte. Con tapa de pino abeto alemán y aros y fondo de palosanto de Madagascar”.
Felipe: “Es una réplica exacta de un modelo que tuvo Daniel Fortea, alumno de Francisco Tárrega, que además fue profesor de guitarra de mi abuelo Mariano”.
El Palo Santo de Madagascar ya pronto será muy cotizado, tanto que…
Felipe: “Sí, puede que le ocurra lo que pasó con el palosanto de Río, que sin CITES ya no se puede usar. De todos modos están impulsando la explotación sostenible de bosques para que se puedan recuperar de las talas y no se acabe una materia prima. Lo que sí parece que tiene la existencia asegurada es el palosanto de India. Y el pino abeto, Centroeuropa está lleno. Viene de los Balcanes, Polonia, Rumanía, Finlandia…”
¿Y se nota algo el origen?
María: “Se nota en flexibilidad, peso, densidad… y luego claro, depende de los cortes, por supuesto”.
Hablarme del catálogo que tenéis y del pequeño museo que tenéis en el taller
Felipe: “Tenemos una vihuela de mano de Ignacio Fleta, una bandurria de Manuel Ramírez, maestro de Domingo Esteso. Una guitarra romántica, otra con plantilla de Torres. Tenemos los modelos de Domingo Esteso, Mariano y Faustino Conde, Conde Hermanos, mi padre y ahora las nuestras. Un poco un muestrario de lo que ha sido esta casa”.
La media luna se ha hecho célebre
Felipe: “Pero ahora sólo la ponemos en las de primera flamencas. Las clásicas de concierto llevan la pala antigua de Domingo Esteso. Tenemos varias palas para distinguir”.
«Antes éramos quizá más flamencos pero ahora el público clásico se está volcando con nosotros y damos la misma importancia a ambos estilos. Y aunque somos tradicionales no nos cerramos en banda a avances»
Ahora estáis en una generación en la que todas las grandes casas guitarreras os ceden el paso. ¿Cómo está el mercado internacional?
María: “Ahora hay escuelas de guitarreros, pero sigue cotizando la marca española en guitarras. Tanto Madrid como de otras ciudades. Sobre todo en flamenco”.
Felipe: “Hay escuelas de guitarra de fuera, lo sé porque yo tengo alguna de esas guitarras, que están muy bien de diseño, que tienen un sonido muy potente, pero sí que es verdad que descompensado entre graves y agudos, o tienen un sonido particular. Es decir, fuera hay opciones interesantes, pero aquí se potencia más un producto familiar, tradicional, más “madera”. El nylon marca mucho el sonido de guitarra española. También la plantilla de Torres.
Yo distingo entre guitarra tradicional y guitarra moderna. Aquí hacemos sobre todo la primera, aunque también la segunda cuando nos la piden”.
María: “El modelo Al Di Meola es un ejemplo de guitarra moderna. Con un cutaway especial con forma de media luna. Con amplificación…”
Felipe: “Tiene varias guitarras de la casa. De nuestro abuelo, de Conde Hermanos y ya nuestras. Es una guitarra esta última con sistema midi. Fibra de carbono en el alma, tiene un varetaje más grueso, estas pastillas en el puente… que se llama pick up, que se utiliza también en otros tipos de guitarra eléctrica. Y veintiún trastes”.
Clientes míticos…
Felipe Conde (padre): “vienen todos a probar guitarras. Hace meses se llevó Tomatito una… es que pasan todos. Más o menos sabemos lo que busca cada uno y sacamos el producto que pide”.
María: “A veces surge el amor rápido. Otras veces son más quisquillosos… depende de cada uno, claro”.
Felipe: “Los flamencos buscan sobre todo alturas determinadas, cada vez menos ceceo y los clásicos con una nota que dan tienen muchas cosas claras”.
María: “Recuerdo que a Riqueni le llevamos viendo desde pequeños en los talleres”.
Felipe: “A Paco de Lucía más en los backstages de los conciertos”.
¿Tocáis la guitarra?
María: “Yo no mucho, no soy constante tocando. Mi hermano sí, toca muy bien”.
Felipe: “Doy clases con Miguel Rivera y aunque no todo lo que me gustaría, me pongo a estudiar de vez en cuando”.
¿Qué tienen estas guitarras que no tengan el resto?
Felipe: “Tenemos una buena correlación y equilibrio entre los productos clásicos y flamencos. Antes éramos quizá más flamencos pero ahora el público clásico se está volcando y damos la misma importancia a ambos estilos. Y aunque somos tradicionales no somos cerriles, y no nos cerramos en banda a avances, nos fijamos en todas las tendencias de luthería internacionales”.
María: “Aquí pesa la tradición y a la vez es un orgullo. Responsabilidad y optimismo”.
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