“LE TENGO MUCHO RESPETO AL FLAMENCO”
Lo que últimamente (treinta años acá) se ha denominado “flamenco-fusión” no es sino la mezcla de elementos musicales y sobre todo humanos entre los que el flamenco marcaba un hilo conductor constante, una guía.
Músicos de todo el Mundo se interesaron por nuestra música y aportaron ingentes cantidades de información. Entre los más destacados, Jerry González. Uno de los trompetistas más sobresalientes del panorama y verdadero maestro en eso de hacer funcionar combos. Un placer charlar con esta leyenda viva de la música que tiene a bien estar entre los nuestros.
Texto: Pablo San Nicasio Ramos
¿Por qué la trompeta Jerry?
“Mi padre, Jerry González Senior, era cantante en la época del carismático Palladium. Cuando yo era niño, decidió comprarse una trompeta y aprender a tocarla, así que él fue quien me enseñó las primeras escalas. Luego se cansó de la trompeta y la cambió por un acordeón. Pero yo ya desde entonces me fijaba en los trompetistas y con cuatro años escuchaba sin parar discos de Louis Armstrong, Roy Eldridge y Dizzy Gillespie. Además me fijaba siempre en los trompetistas del grupo de mi padre: Papi Román y Eleazar Rodríguez, que tocaba trompeta y congas. Cuando entré en la escuela secundaria (John Philip Sousa Middle School) me hicieron una prueba de aptitud musical y, al ver que tenia cualidades, me pidieron que eligiese un instrumento. Claro, elegí la trompeta. En esa época había un buen sistema de enseñanza musical en las escuelas públicas de Nueva York del que nos beneficiamos toda mi generación. Fíjate que incluso me dieron en la escuela mi primera trompeta porque en casa no tenía una. Luego, más tarde, con 16 años, me aceptaron en Music & Art High School, el mejor instituto de música y arte de Nueva York y, bueno… lo que aprendí allí y la gente que conocí… cambiaron mi vida.”
Usted viene de Nueva York, nació allí y allí comenzó. El Bronx y los barrios “artísticos” neoyorquinos ¿qué similitudes ve con los míticos barrios flamencos de España?
“La similitud es que son todos lugares donde uno vive la música desde que nace, no es una elección. Es algo natural porque la música y el baile están en la casa y en la calle. Naciendo en esos barrios, incluso si no te dedicas a eso, tienes una cultura musical importante.”
Aquellos verdaderos genios con lo que empezó a tocar y con los que trabajó tantos años ¿Son comparables a nuestros genios del flamenco?
“Hay genios en todos los estilos. Tendría que haber vivido aquí en España desde joven y haber trabajado durante años con los genios del flamenco para poder contestarte sobre los parecidos y diferencias. Tuve la suerte de trabajar con genios que admiraba desde niño como Dizzy Gillespie, Tito Puente, Eddie Palmieri o McCoy Tyner y también con genios contemporáneos míos como Jaco Pastorius o Kenny Kirkland, y de todos ellos aprendí muchísimo musical y personalmente. Les extraño cada día, la verdad.”
¿Cuándo conoció el flamenco?
“Mi padre tenía en casa una colección de vinilos y entre ellos había discos de Manolo Caracol y otros flamencos. Pero bueno, yo en esa época no me fijé en profundidad en eso. Fue mucho más tarde cuando me regalaron un disco que me flipó: “Potro de Rabia y Miel”, de Camarón con Paco de Lucía. Antes de descubrir ese disco había escuchado acercamientos del jazz al flamenco como “Sketches of Spain” de Miles Davis o “Coltrane Olé” de John Coltrane, pero “Potro de Rabia y Miel” fue el primer disco propiamente flamenco que me hizo querer aprender más.”
“El flamenco tiene un sentimiento con el que me puedo relacionar, tiene el mismo lamento que encuentro en el blues y algunos palos tienen patrones rítmicos con los que puedo jugar desde la clave del guaguancó”
¿Qué opinión le merece como música?
“Sinceramente, le tengo mucho respeto al flamenco.”
¿Qué músicos flamencos, concretando más, le sirvieron de base para empezar a comprender su lenguaje?
“Cuando llegué a España enseguida vinieron a verme actuar al teatro Albéniz El Cigala, Josele, El Piraña y Javier Limón. A ellos les interesaba saber más de Latin Jazz y a mí de flamenco. Comenzamos a compartir y a los pocos meses grabamos casi sin darnos cuenta el disco “Jerry González & Los Piratas del Flamenco”. A través de ellos fui conociendo a sus familias, a los Porrina, a los que admiro mucho (Ramón El Portugués, Guadiana, Paquete…) y a otros músicos. Después conocí al Torta, a Raimundo y a Diego Amador y más tarde empezaron a llamarme para colaborar otros músicos como Enrique Morente, Paco de Lucía, Juan de Juan… Entre todos fueron enseñándome aspectos del lenguaje flamenco y recomendándome discos, aunque fue en gran parte la intuición lo que me llevó a tocar esta música. El flamenco tiene un sentimiento con el que me puedo relacionar, tiene el mismo lamento que encuentro en el blues y algunos palos tienen patrones rítmicos con los que puedo jugar desde la clave del guaguancó.”
Los flamencos, en muchos casos, no pasan por el conservatorio, la universidad, etc… ¿Eso lo ha echado en falta usted a la hora de trabajar con ellos?
“Los flamencos tienen otras cosas que no se enseñan en el conservatorio y en la universidad, como pasa con los viejos rumberos cubanos o los músicos de blues en los Estados Unidos. Si uno quiere aprender a tocar blues no se va a aprenderlo en Berklee College of Music, se va a buscar a los músicos de blues a Nueva Orleans, Chicago, Detroit, Alabama… Pues lo mismo con el flamenco.”
¿Es comparable en dificultad o complejidad al jazz?
“Bueno, yo debería conocer el flamenco y el jazz al mismo nivel para juzgar eso. Y conozco mucho mejor el jazz.”
¿Qué músico flamenco le ha impresionado más?
“Camarón, por ser quien fue y porque su música fue mi puerta al flamenco.”
“Si uno quiere aprender a tocar el blues no se va a aprenderlo en Berklee College of Music, se va a buscar a los músicos de blues a Nueva Orleans, Chicago, Detroit, Alabama… Pues lo mismo con el flamenco.”
El piano, el violín o incluso la flauta-saxo se van consolidando en el flamenco, pero la trompeta sólo aparece cuando lo hace usted ¿Existen seguidores de su legado en el flamenco?
“No lo sé. Cuando llegué a España y me dijeron que no había trompetistas en el flamenco me sorprendió, la verdad. De todas formas es complicado meter la trompeta en el flamenco porque todas las tonalidades que son cómodas para los guitarristas son complicadas para la trompeta. Cualquier trompetista se agota tocando en esos tonos y le cuesta tocar con libertad. Eso no pasa con el piano, la flauta, el saxo o el violín que técnicamente dan más facilidades para tocar en cualquier tonalidad. Imagino que por eso llevan más tiempo en el flamenco.”
¿Cree en el concepto de fusión?
“Claro que creo en la fusión. Yo soy un resultado de la fusión. En el Nueva York donde me crié convivían en los mismos espacios los grandes del jazz y bebop y los grandes de la música latina. En ese ambiente resultaba natural beber de ambos mundos, los dos estilos eran parte de nuestra identidad desde la cuna.
Hay otras fusiones que no surgen de una realidad social sino de la curiosidad y admiración entre músicos de diferente estilos, como me ha pasado a mi con el flamenco, y es algo también muy respetable aunque uno debe que ser siempre cuidadoso cuando se adentra en estilos que no conoce bien.
Si uno investiga el origen de cualquier estilo musical ve que la fusión es algo natural, en especial en países como España donde el cruce de culturas ha existido durante milenios.”
¿Qué retos le quedan por cumplir en el flamenco?
“Quiero aprender más de cante para aplicarlo a la trompeta. También quiero grabar otro disco con Los Piratas del Flamenco. Hace ya más de 10 años del disco “Jerry González y los Piratas del flamenco”, creo que podríamos hacer algo bonito e incorporar músicos que quiero mucho, como Raimundo Amador o Guadiana.”
Esta web es de flamenco y copla ¿Conoce el mundo de la copla?
“He trabajado con Martirio y con Pilar Boyero pero no conozco a fondo el mundo de la copla.”
Hábleme del futuro
“Tengo dos discos que salen este año. En junio sale el disco de mi grupo americano Fort Apache, grabado en directo en el Blue Note de Nueva York. En mayo sale un disco a dúo con Niño Josele.
Estoy preparando además otros dos: uno con mi amigo Javier Colina que ya hemos grabado casi por completo y otro de big band con arreglos de Miguel Blanco de temas de mi grupo Fort Apache. Con Miguel Blanco ya hice en el 2008 “Jerry González Music for Big Band”, pero este disco será más fiel a los temas de Fort Apache. Miguel está haciendo unos arreglos muy buenos.
Tengo bastantes conciertos a la vista sobre todo con mi grupo americano Fort Apache en los Estados Unidos y en América Latina. Todos los conciertos grandes los sigo haciendo en América así que muchas veces me planteo volver a Nueva York por eso, pero me he acostumbrado a vivir en España y me gusta estar aquí.”