«EL BAILE ES UN JUEGO»
La cita tiene miga porque esta bailaora se ha convertido en todo un icono para nuestra web. Artista que para los “chalaos” trasciende lo flamenco, sobre todo para algunos, y cuya entrevista se hacía obligatoria. Además de eso, estamos ante una de las más firmes candidatas a lo más alto del baile flamenco en un futuro nada lejano.
Quedamos con ella en “Cardamomo”, antiguo bar flamenco madrileño que desde hace no tanto es ya un tablao, con todas las de la ley. Sobre su escenario ponemos el “set” de entrevistas y esperamos a Paloma Fantova (Puerto Real, Cádiz. 18-X-1989). Llega puntual pero no le vale con presentarse de «sport» con su amiga Irene, nos emplaza a un cuarto de hora más tarde. Tiene que arreglarse. Y nosotros seguir preparando el trono, la cámara de vídeo (habrá parte audiovisual de la conversación), etc.
En efecto, quince minutos después Paloma Fantova, de punta en blanco inmaculado se sienta enfrente apuntándonos con sus tacones de aguja.
Texto: Pablo San Nicasio
Fotografías: Paco Sánchez y Beatriz Mexi Molnar
Estamos en Cardamomo ¿Cuánto llevas viniendo acá?
«La primera vez que bailé aquí tendría unos veinte años, cosa de hace seis o siete, echando cuentas. Me considero como en casa».
¿Y cuál fue el primer sitio en el que actuaste aquí en Madrid?
“Fue el teatro Nuevo Apolo, cuando tenía yo siete años”.
¿Fue esa vez en la que le dijiste a tu padre que te ibas de casa, de Puerto Real, a bailar?
“No, no fue esa. Mi debut en Madrid fue gracias a Antonio Canales, que para mí es una referencia, un gran maestro, un ídolo. Él me vio muy pequeñita en el teatro Falla, en el camerino, que fui a ver su espectáculo “Torero”. Y me trajo con José Maya, Juan de Juan, él mismo…y yo entre todos ellos».
Si eso no es ser una niña prodigio…y a ti no te gusta reconocerlo
“Es que no lo veo así, porque no me he tenido que esforzar por jugar, el baile es un juego, es algo normal en mi casa, así que nunca se ha visto como un reto, como un esfuerzo en el que la edad cuente”.
Tu padre es guitarrista
“Acompañó a Beni de Cádiz y a Carmen Linares, entre otros. Pero por cosas de la vida dejó la guitarra, nací yo y él me metió el gusanillo, canalizó su afición en mi”.
También hablas mucho de tu abuela
“Bailaba, pero se casó y ya dejó de bailar, las cosas antiguas, ya sabes, nuestras costumbres”.
Y eso… en tu caso ¿sería factible o probable que sucediera?
“Hoy por hoy… ahora mismo estoy en mi baile y sí es verdad que yo soy muy de estar pendiente de los míos. Mira Pablo, no sé qué haré, vamos, es que ni lo pienso”.
Pero ¿Te has planteado volver a tu Puerto Real?
“Vivo en Madrid pero cada vez que puedo me bajo a mi casa y me voy a mi playita, con mis amigos y a cargar las pilas. Puerto Real para mí es un pueblo dormitorio, porque descanso (Risas) ahí pongo el modo PAUSE y desconecto”.
Bueno, seguimos, ¿tuviste más maestros en tus inicios?
“No, pero mi padre se preocupó de que yo me informara de todos los bailaores que había, cómo trabajaban, cómo creaban. Mi padre, un vídeo y yo atendiendo. Esa ha sido mi escuela”.
Qué pena que ya no toque la guitarra
“De cara al público no. Pero me sigue enseñando cosas, poniendo las falsetas que hace. Y le digo cosas, con tacto, claro. Él es exigente, no te creas, que yo he sido su única alumna y quiere las cosas inmediatamente, así, ya. Él no sabe lo que es tener paciencia con los alumnos, porque yo fui la única que tuvo. Quizá yo he desarrollado algo más de aguante en ese sentido, dicho siempre con cariño y admiración total”.
Pero fuiste su única alumna, ¿porque no tienes hermanos?
“No, que va, somos siete hermanos. Mi hermano pequeño toca la guitarra y le veo muy parecido a mí. Lo mismo me lo traigo para acá un día de estos…”
Pues le pones a Tomatito o a su hijo, con quienes trabajas, y se hace ya un fenómeno. Tienes que saber bastante de guitarra tú
“Me gusta la música en general, no sólo la guitarra…”
«Si el baile me faltara yo no sería yo. Estoy acostumbrada y esto es como levantarse, asearse, desayunar y vivir… muchas veces he ido a sitios en los que no estaba programada y he acabado subiéndome al escenario»
¿Cuándo te planteas dejar de jugar y vivir del baile?
“Yo no vivo por esto. Yo no bailo por trabajo, es una forma de vivir. Si el baile me faltara yo no sería yo. Estoy acostumbrada y esto es como levantarse, asearse, desayunar y vivir… muchas veces he ido a sitios en los que no estaba programada y he acabado subiéndome al escenario a bailar”.
Has estado con todos los grandes, vamos, porque falleció Paco de Lucía que si no, sólo faltó él. Empezando por Camarón
“Camarón me cantó, pero me acuerdo perfectamente. Eran tiempos en los que Sara Baras bailaba con la escuela de su madre Concha. Yo tendría tres o cuatro años, y quería que Sara me subiera en el fin de fiesta a bailar, Sara no podía y Camarón me vio llorar. Me cogió y me dijo: “sobrina, yo te canto para que bailes”. Y es un recuerdo imborrable”.
Rocío Jurado, Tomatito, Joaquín Cortés, Canales, El Pipa, Manuela Carrasco, Los Farrucos… todos han estado contigo ¿Qué tienen en común?
“Son personas, humildes, sin ese arte no son ellos. Y ¿qué más te digo?»
¿Son muy exigentes?
“Con ellos mismos. A los demás nos dejan estar dentro de un orden. Porque antes se informan de quiénes van a colaborar con ellos, si son formales, son sanos… y aceptamos sus críticas y consejos, por supuesto, como no podía ser de otra forma”.
¿Con quiénes te hubiera gustado anunciarte?
“Esa época que nos gusta a todos los flamencos… ahí tengo a Farruco, Carmen Amaya, Caracol, Camarón… siempre en la cabeza. De hecho a veces pienso que cuando Dios me lleve p´allá estaré la primera para tomar clase con ellos e irme a una buena fiesta con todos”.
¿Y de los que están todavía con nosotros?
De ahora José Maya, Farruquito, Manuela Carrasco, Farruca… hay muchos».
¿Y de cante?
«David de la Jacoba, Antonio el Rubio, un genio que tenemos con nosotros que se llama Juan Antonio Salazar…»
Nunca le pillo…a ver si me pasas el mail
“Los genios están a lo suyo, son bohemios. Es una persona que compone con la cabeza y canta con el corazón. Y, como dice él, sigue componiendo para Camarón».
«No sé lo que es ponerme unos zapatos y ensayar. No puedo. Y si tengo que bailar dos veces por alegrías te puedo decir un esquema o lo que quieras que luego me va a salir diferente, nunca siento de la misma manera»
«Yo te emparento con el baile racial, visceral, de los Farrucos. Y no os veo ensayando, sinceramente. Eso, tengo la sensació… eso os sale»
“Mi padre me mata. Yo no sé lo que es ponerme unos zapatos y ensayar. No puedo. Y si tengo que bailar dos veces por alegrías te puedo decir un esquema o lo que quieras que luego me va a salir diferente, nunca siento de la misma manera. Madre mía como lea esto mi padre”.
Con lo cual es algo que lleváis de serie, nacéis con ello y punto
“No sé, si yo ensayase… como quedaría, la verdad. Es que yo sé de compañeros míos que sí que se ponen, ensayan y luego en el espectáculo es mentira. No les vale de nada, porque sienten luego de otra manera y son buenísimos, vale, se hacen el esquema, pero luego les ves que cambian”.
¿Qué hace Paloma Fantova cuando no está metida en líos flamencos?
Tapitas, reírme, playita…y aquí en Madrid me junto con las personas que me quieren. Los flamencos somos personas normales. Yo en casa con mi moño, fregando o viendo la tele, como cualquier otra persona”.
¿En qué andas metida?
«Pues estoy metida en algo que dejará a la gente en estado de shock. Pero no puedo decir más».
Ya estamos, todos iguales, con los secretos. Pero a ver, nos dejarás chocados ¿por lo que harás en el escenario?¿Por los artistas invitados?…
“Se verá otra faceta mía dentro del baile, claro, porque cantar no puedo que soy malísima a pesar de que me gusta mucho. A ver, será la forma de montaje, que sí tendré que ensayarlo, tampoco mucho, pero algo. No tiene fecha, está en proceso de gestación. Está escrito y pensado. Ahora tengo que ponerme a enfocarlo. Me he metido en camisa de once varas. Es que me aburro y quiero ponerme retos. Esto se me ha ocurrido soñando despierta. Mi padre me ha ayudado mucho, sigo siendo una niña muy pequeña para eso. No pierdo el contacto con él.
Será un espectáculo que he querido hacer desde hace tiempo. Pero ahora estoy más madura”.
Pues si con veintiséis años estás madura, ¿Cómo estarás con la edad de Manuela Carrasco?¿Qué querrías que se dijera de ti?
“Que soy una buena persona. En lo profesional…pues bueno, no sé. A mí lo que me gustaría es que se me recordara como buena persona y tener una escuela para enseñar a los niños, ojo, a los niños que empiezan. Que también doy clases a más mayores, pero los niños me recuerdan mi infancia”.
Cuéntame alguna chalaúra tuya, que te has recorrido el mundo entero ya, y tienes que tener miles
“Pues mira, cuando yo trabajé con Rocío Jurado en la gala UNICEF, allí estaba Fernando Terremoto, Moraíto, Diego del Morao, José Mercé, Parrilla… estábamos a punto de empezar. Y estaban los Reyes de España, pero yo no tenía flor para el pelo, y estaba pegando chillidos porque quería una flor y se enteró la Reina Sofía. En un momento se quitó la prensa de encima y me regaló una rosa. Tengo la rosa todavía, una anécdota bonita. Yo no me acerqué a ella, figúrate yo con ocho años, fue ella la que se acercó a mí”.