“Hay motivos para cabrearse, pero no para tirar la toalla”
A él no le gustará denominarse flamencólogo, pero los flamencos es evidente que lo valoran como tal. Pillamos a Gamboa en su despacho, en la SGAE. Entre eso, su trabajo, y las peticiones que tiene para escribir, presentar, producir, asistir a festivales… no da abasto y, o mucho cambia esto, o no parece que el amigo vaya a bajar el ritmo. Los flamencos demandan sus servicios a diario. Sin tregua.Así que a la hora citada nos presentamos y comenzamos el tiroteo de preguntas y respuestas. Nunca se sabe el tiempo que uno tiene con él, así que José Manuel Gamboa Rodríguez (Madrid, 1958) no se nos podía escapar. Entrevista larga y con mucha tela que cortar.
Texto: Pablo San Nicasio Ramos @pablosannicasio
Fotografías: Archivo José Manuel Gamboa
Acabas de producir la integral de los Chiquitos de Algeciras
“Pero Paco ya quería desde hace muchos años sacarlos. ¿En qué país que tuviera una figura como Paco de Lucía con un disco a los doce años de edad llevaría tantos años sin salir? Lo que pasa es que al frente de muchas discográficas hay gente que no sabe, y al final se hacen las cosas mal o directamente no se hacen. Y conste que no quiero pisar a nadie, nunca me verás hacer eso, porque no va conmigo, pero hay gente que no sabe hacer las cosas y para que proyectos como este vean la luz se tienen que hacer las cosas bien. Pero sucede que eso va lento.
Muchas veces me han pedido sacar discos de este, de aquel… pero yo por respeto no puedo meterme en cualquier proyecto. Incluso a veces he sacado material o ayudado a que salga alguno inédito, de manera gratuita y sin pretensiones. Pudiendo haber buscado mucho más el negocio.
Otras veces me piden discos o la información de los archivos para ellos sacar los proyectos adelante… en fin”.
Da la sensación de que las discográficas no saben lo que tienen, lo pierden…, y si lo tienen tiene que venir uno de fuera para decírselo
“Eso es exactamente así. Eso te lo digo yo. A veces incluso me dicen “Claro, como te permiten el acceso al archivo”, pero ¿cómo? Si el archivo resulta que es el que tengo yo. Y ellos, en muchos casos, no saben lo que tienen. Es increíble. A veces el que más sabe en una casa de discos es el bedel, que lleva muchos años y conoce lo que tienen. En mi caso, lo que pasa, es que tengo ese disco, mi afición de toda la vida y sé lo que tienen, aunque ellos ni lo sepan. El funcionamiento es que ellos vienen, o me llaman y yo les explico lo que hay. A veces se encuentran los máster, otras no… Mira, la madre de Camarón grabó un disco y jamás apareció”.
Me estoy c… en todo
“Mucha gente se hace cargo de cosas que no sabe. Pues no puede ser, hombre. En el flamenco, que no es ajeno a esa práctica, pues también pasa eso. Y he tenido que hacer cosas que no me corresponden, luego los créditos ni me ponen y tal… que luego la gente sabe que lo he hecho yo porque tengo una forma de escribir peculiar… pero vamos, que no es de dominio público. Pero lo que más me duele es que no dan su brazo a torcer a veces. Les dices, el guitarrista aquí es Paco de Lucía, y no se lo creen. Y un aficionado lo sabe, hombre. Otras veces te dicen, “aquí también es Paco de Lucía porque dicen Olé Paco”, y les tienes que decir que es Paco de Antequera… como si no…”
Hubo una vez que se hizo un disco para sacar dinero para el mausoleo de Niño Ricardo. Tocaban todos, pero todos todos, excepto Manolo Sanlúcar. Aún así fue un disco histórico. Y se hizo una reedición y van y ponen a Porrina de Badajoz en la portada y a Niño Ricardo en letras pequeñas. Y yo pregunto ¿Cómo se va a vender eso? Si ponen además los créditos más pequeños que la letra que usan los bancos para robarte. Es que es lamentable. Hay que dar un poquito de visión a la producción, letras grandes para ese público mayor… en fin, detalles sin importancia”.
Es decir, que estamos un poco al albur de lo que pase en las discográficas, de la flexibilidad y conocimientos de la persona que pongan al frente de la sección de flamenco
“Totalmente. Es un gran disparate”.
Y nos sale muy caro
“Esto es lo que hace que la gente no compre discos. Siempre los mismos artistas, etc. Mucha gente que está en un puesto es porque escribe en un periódico y tiene unos discos en casa, pero ni tiene por qué saber de eso. Cuando llega alguien con mejor cabeza lo ordena y lo pone al día, hasta que le cambien de puesto, llegue otro y lo destruya. Y la discografía, que no se nos olvide, es el mayor patrimonio que tenemos en el flamenco. Es nuestra cultura, es nuestra manera de datar este arte.
A ti, que te has tirado un montón de años estudiando guitarra y sacándote la carrera vendrá alguno y te dirá que no tienes ni idea. Y así, como si nada. Cuando yo hice el libro de Perico del Lunar recibí insultos, todo tipo de gente opinando sobre la Antología de Hispavox, que si la fecha es de 1955 en España o 1959. Algo que no es baladí porque gracias a esa antología pudo celebrarse el concurso de Córdoba, donde se exigían las livianas. Y las livianas son unos estilos que revivieron gracias a esa antología. Por ejemplo. Bueno, pues hay que documentarse para escribir lo que es”.
¿Qué utilizas como remedio para sobrellevar esto?
“Me pongo a la Niña de los Peines, y a tantos otros. Y me curo. Como lo llevo desde la cuna, pues no puedo bajarme de ahí. Es que si lo hago me muero. O cojo la guitarra y me pongo a tocar. O el otro día en el hotel en Bilbao estuve con Riqueni y con Pepe Habichuela. Allí viéndoles tocar… y luego se unió Juan Luis Cano, que casualmente estaba en el mismo hotel. Increíble. Sólo faltaba Miguel Candela».
Eso es lo que te salva, el flamenco
«En esta España.. donde pasan estas cosas”.
No te gusta el término flamencología
“Flamencologizar el flamenco es algo que no me gusta, pero he de reconocer que estamos mucho mejor en algunos aspectos, sobre todo de difusión, que hace años. Y estoy a favor de que haya gente como Faustino Núñez con una preparación brutal haciendo lo que hace. No me gusta, sin embargo, la gente que no tiene criterio, ni experiencia y es grandilocuente. De esos huyo.
Ni me gusta la gente que dice: “qué difícil es esto… y hay que distinguir los cantes”. Pero ¿Para qué? Si te gusta o no es lo que cuenta. ¿Por qué le gusta a la gente Camarón? Porque cantaba afinado y a compás. Y punto. Y eso a los oídos de la gente sana funciona. Como cuando vas a ver a los Rolling o una película de este o de aquel. Y muchos flamencólogos han defendido cantaores que cantaban desafinados, así de claro. Lo decía Enrique Morente: “Con lo buen mecánico que era y se ha hecho flamencólogo…”.
Cuánto prejuicio. El flamenco competía con la ópera. Y lo que cuenta es la preparación y las condiciones del artista, y si la voz la tiene castigada no tiene por qué ser mejor que si la tiene de otra manera. Vamos, hasta ahí podíamos llegar”.
¿En qué andas metido ahora?
“En lo del libro de Serranito”. Estoy con las fotos. Estoy intentando que salgan sus discos también. Para mí fue la referencia de la guitarra de concierto. Y eso hoy puede parecer una barbaridad para muchos, pero en los sesenta, como digo, la referencia era Serranito. Para los que empezábamos. Y no comparo, ojo. Él fue autodidacta y defendía en España esta forma de hacer guitarra. Serranito es la primera pata de esa maravillosa generación que fue Víctor, Manolo y Paco.
Serranito ni está en “Rito y Geografía del Cante”, y no se puede acusar al equipo. Pero eran síntomas de la época. Cada vez que se hablaba de guitarra de concierto era mentar la bicha. Y todo eso, que ha costado tanto superar, la gente lo tiene que saber.
Para vivir de la guitarra lo primero que había que hacer era irse de España. Y ahora estamos igual. Pero es que hay gente que dice que hoy todos quieren ser concertistas, como si fuera algo malo. Hay que decirle a cierta crítica que se mete con el concertismo que eso es un derecho tan legítimo como el que tienen los bailaores y los cantaores de ser figuras. Y debería ser obligatorio donde hay dinero público que haya guitarra de concierto y no dieciocho bailaores. Equilibrio obligatorio. La guitarra tiene el mismo derecho que los demás. Y si no hay público es porque no se programa. Yo programé guitarra en los veranos de la villa y se llenaba. Y metíamos también guitarra clásica. Y van y dijeron que no había público. Y en el San Juan Evangelista no se cabía de gente que había. Pero lo dejan de hacer por prejuicios. En el resto del mundo se dan cuenta y aquí no”.
«Muchos flamencólogos han defendido cantaores que cantaban desafinados, así de claro. Lo decía Enrique Morente: “Con lo buen mecánico que era y se ha hecho flamencólogo…”.
Pero no pierdes la esperanza
“Yo me crié en Madrid y era vecino de un bailaor. Este hombre me llevaba a Amor de Dios desde bien pequeño y allí estaba Antonio el Bailarín, figúrate. Y entonces el baile flamenco declinaba. En los festivales se programaba danza española. Si acaso Manuela Carrasco, Farruco… pero algo como muy exótico para que lo vieran las mujeres. Pero cambió la mentalidad y se impuso el baile. Sólo se podía programar cante y cante y cante… y ahora no pongas baile, que verás».
¿Y quién es el que impondrá la guitarra?
Pues yo exigiría un equipo de especialistas que definan una programación. Yo no digo que se quite a nadie, pero no se puede meter a un concertista de guitarra en un patio y a un bailaor en un gran teatro. Y da igual que sea una figura o qué, hombre por favor. Ante todo equilibrio.
Sigo con lo de Serranito. Estoy viviendo cosas de magia con ese hombre. Y la idea es sacar su obra musical junto con el libro. Su material importante. Y una cosa que apoye a la otra. Sus cuatro primeros discos, que son históricos. Por cierto, te he de contar. ¿Por qué de repente surge el bombazo de Paco de Lucía y él se queda detrás? Porque él estaba fuera de aquí. Me extrañaba que en esos años setenta, momento del boom de Manolo Sanlúcar y Paco de Lucía estaban en boga, faltase Víctor. ¿Qué pasaba con él? Eso saldrá en el libro. Lo descubrí tirando del hilo. Tiene que ver con una grabación que hizo en Japón, un disco en directo en el que Serranito toca lo que llevaba tocando dos años de gira, y es una grabación mal reproducida. Mientras los otros dos monstruos estaban aquí grabando y triunfando con cosas nuevas, él estaba en Japón grabando un disco que luego saldría mal. Mala suerte total”.
Cosas trascendentales, sin duda. Oye José Manuel, háblame del nivel que ves por ahí
“Acojonante. Es un nivel brutal. La guitarra, el otro día escuché un disco de José Carlos Gómez. Discazo. La guitarra está, eso sí, paralizada, dándole vueltas para situarse. Sobre todo porque hay gente que dice que tras Paco de Lucía no se ha aportado nada. Con un par, como si Vicente Amigo, Riqueni y tantos otros no hubieran aportado nada. Claro, unos han aportado mucho y otros no tanto, pero todos interesan. Parece que sigue siendo necesario explicar cómo se toca en España. Y sobre todo, si uno no tiene musculatura para hacer un picado, pues no lo hagas, que no pasa nada. Mira Juan Diego o José Luis Montón que han hecho su forma propia de guitarra, y te caes para atrás de la emoción”.
¿Qué opinas de los guitarristas de ahora que tienen formación académica?
“Pues bien, el conocimiento siempre es bueno. Otra cosa es que no tengan formación flamenca. Es clave que no haya duda de que es flamenco es el código que estás escuchando. Y se nota si el músico, en un concurso, por ejemplo, viene del jazz o del clásico. Porque hace cosas que un flamenco jamás haría.
Moraíto se lo dijo a un crítico: tocar flamenco con aportación nueva por seguiriya en La, como se hace casi siempre, es muy complicado. Y no es fácil aportar. Ese es el problema que veo”.
Pues no es pequeño
“Pero oye, es que nada salió a la primera. Hasta había discos de Paco de Lucía que chocaban a la primera escucha. Y yo siento que muchas veces hay prisa y habría que darle tiempo al tiempo. No amargarse porque hay madera. Y hay que procurar no hacer caso a la crítica, a mucha, digo. Y los medios son los responsables. Pagan mal, sin cobertura de ningún tipo. Otros profesionales no tienen formación ninguna y escribe el crítico de fútbol y se mete, como en su día, con Moraíto, que decía que tocaba siempre lo mismo. Pero ¿Qué quieres?¿Que toque el Concierto de Aranjuez? Yo quiero que Morao toque por bulerías, por seguiriya… Yo mismo hice crítica flamenca, pero lo dejé. Y sigo sin querer opinar en los medios. No me gusta. Lo que deberíamos hacer es una exposición itinerante de críticas, y las mías las primeras. Que se lean. Y luego van y se escandalizan si los artistas se meten con ellos. O sea, yo me puedo meter con un artista pero ellos no conmigo. Perdón perdón… pero ¿tú quien eres? Tú tienes tu tribuna, pero cuando no la tengas ¿quién eres? Hay críticos que quieren organizar una Bienal, quieren tener un peso que… oiga, esto no puede ser así. Léase las críticas de John Martin y flipas, el crítico de danza americano, que acertaba en un grado que ya se quisiera aquí.
A mí me ha llegado a pasar estar en un concierto, decir algo y el crítico de al lado poner mis comentarios. O gente que va a la Bienal con la escopeta cargada y con la idea preconcebida… en fin”.
¿No has pensado en escribir algo de esto? Lo digo, no por el chisme en sí, sino porque estas cosas explicarían muchas carreras y acontecimientos en el flamenco
“En Madrid ya casi no hay crítica. Y nos hubiéramos ahorrado muchos atropellos, madre mía. La crítica tiene que sacar los escándalos que muchas veces suceden entre los políticos, los que manejan programaciones y carecen de criterio en muchos casos. La crítica en Sevilla, por ejemplo, es tan provinciana que no sale de allí. Pero hombre, por Dios, hay más mundo. Y ojo, que ahí hay gente que se salva. No digo que no sepan, pero que se puede ser más modesto y hacer sencillamente su trabajo”.
«Yo mismo hice crítica flamenca, pero lo dejé. Y sigo sin querer opinar en los medios. No me gusta. Lo que deberíamos hacer es una exposición itinerante de críticas, y las mías las primeras. Que se lean»
¿Ves aquí en Madrid un conservatorio flamenco, superior, digo?
“Es el futuro, hay que intentarlo. Creo que no ha habido interlocutores válidos. Hay motivos para cabrearse, pero no para tirar la toalla”.
Antes, años y décadas antes se ha escrito mucho sobre flamenco sin conocimiento musical
“Ha habido de todo. Y se puede no saber música pero ser un escritor valiosísimo y con gran criterio. Del mismo modo que se puede salir con un título y no saber nada. El día a día es la clave. Si no se escucha cante y se está constantemente en el flamenco no se da en la tecla. Por mucho título que se tenga. Cosas obvias”.
Y ¿no puede ser todo esto porque el flamenco es un círculo muy cerrado donde uno hace de todo. Programa, critica, odia, ama… y al final se vicia?
“El flamenco existe porque existe Nueva York, París… donde se creó y grabó todo. Y otra cosa. ¿Cuántos manager y programadores flamencos hablan inglés? Pues eso, el flamenco es un fenómeno mundial y no nos enteramos, nos seguimos mirando al ombligo. Han tenido que venir de fuera a llevarse a Paco de Lucía, y se muere y es la SGAE la que gestiona y paga todo. Que el Gobierno español no hizo nada. Andrés Segovia, lo mismo, que hizo que la guitarra se diera a conocer. Que en Nueva York a principios de siglo no sabían ni lo que era eso. Por favor, un respeto. Es una cuestión de gran cultura”,
¿Qué haces en la SGAE?
“Repartir a sus autores las músicas que se interpretan en los medios, los teatros…. A cantaores, a guitarristas… apagar fuegos, en definitiva. Registro a artistas, que muchos no estaban cuando yo llegué por aquí. Hay mucha burocracia de permisos y estamos hablando de músicas muy masivas.
Masivas de verdad. El flamenco es una de las músicas que más dinero ha generado en la SGAE. Pero volvemos a lo de antes, no lo sabemos ni lo valoramos. La gente habla de la imagen de España despectivamente, pero es que el tópico de España es sublime, pedazo de brutos. Hablan de acabar con los toros, la Semana Santa sin saber que los anarquistas fueron los que sacaron a la Macarena… entérense antes de hablar, señores. Que yo era así también, pero uno evoluciona”.
@chalauracom
Que buena entrevista y que claro habla José Manuel. Ojalá encontremos la manera de cambiar esto. Un abrazo a los dos y gracias por la mención José Manuel!
Una de las mejores entrevistas que he leído en mi vida, cuanta verdad y sentido común dice Jose Manuel; ver si sirve para corregir las carencias que tenemos y aprendemos a respetamos al flamenco y a los artistas.
Buenas tardes,
Me llamo Nicolas Canova, soy investigador en la Universidad de Lille (Francia) y queria entrar en contacto con el senor Gamboa.
Me podria ayudar con un mail o un n° de telefono, por favor ?
Muchas gracias,
N. Canova