«Manolo Sanlúcar ha dado mucho de su vida por mí»
Según el maestro Manolo Sanlúcar, es su discípulo verdadero. Se refiere a David Carmona Fernández (Granada. 1985) guitarrista que quizá les suene a aquellos que buscaban prodigios en los noventa y, tras encontrarlos, los lanzaban al mundo en formato “Veo Veo”. Ha pasado tiempo de aquello. Con “Un Sueño de Locura”, nos cuenta lo que es un modo mixolidio y su aplicación al toque flamenco. Primer disco producido por su maestro y que le lleva al período 2005-2014. No había semana en la que en Sanlúcar no pasaran revista a las composiciones…
Por Pablo San Nicasio Ramos @pablosannicasio
Fotografías: Pedro Walter
Resulta que este disco no es el primero
“No, estaba “Tratante”, del año 1997. Yo era muy joven y en eso consistía el premio de “Veo Veo”. Nosotros hubiéramos querido que aquello se invirtiera en formación, pero no se podía. Ahora con el tiempo también lo veo desde la perspectiva positiva, porque me hizo sentarme a componer, a crear mis variaciones, falsetas…”
¿Qué tocaste en “Veo Veo”?
“Recuerdo que toqué por bulerías. Cosas de Manolo Sanlúcar, de Paco de Lucía, de Tomatito y alguna cosa mía. Luego ya en el disco tuve que aportar creaciones solo mías”.
El apellido Carmona ¿es el mismo que el de tus paisanos “Habichuela”?
“Pertenecemos al mismo tronco genealógico, pero no tenemos un parentesco directo inmediato. Es el origen muy lejano del apellido. Por parte de madre pertenezco a los Fernández de Íllora, y por parte paterna con los Carmona de Santa Fe. Ahí hay muchos artistas en ambas ramas: “El Moreno”, “Ramón de Loja” que cantó a Pilar López, “Morenito de Íllora”, “Nene de Santa Fe”, etc”.
¿Nunca te atrajo el cante?
“Mucho, pero mejor que no cantase porque con la voz que tengo y lo tímido que soy…”
¿Tus padres se dedicaron a esto?
“Son aficionados, pero ellos estudiaron. Mi padre es profesor de Historia y mi madre abogada. De todos modos son muy aficionados”.
¿Cómo conociste al maestro Sanlúcar?
“En los cursos que impartía en Córdoba. La verdad es que acababa de grabar yo el disco, tenía trece años, y fui al festival a sus clases. Allí me escuchó tocar por taranta y desde el primero momento me halagó y me animó. Sus palabras me dieron muchísima fuerza y ya no perdimos contacto. De vez en cuando hablaba con mi padre y nos decía que fuéramos al curso de Sanlúcar, a este, a aquel… y el contacto fue cada vez mayor. Sobre todo desde que acabé el bachillerato”.
«Creo que lo interesante es explorar ese modo por dos motivos: quizá el modo flamenco tiene síntomas de agotamiento y el modo mixolidio invita a zonas que aún quedan por explotar, siendo afines al flamenco»
Y luego el salto a su grupo
“Recuerdo que fue el tres de marzo de 2006. En el Cirque d´Hiver de París. El mismo sitio donde veinte años antes había grabado Camarón. Recuerdo aquello como una época de muchísima intensidad. Él me dijo que si me animaba y yo, pues claro. fue intensísimo, repito, porque en poco tiempo me tuve que aprender mucho repertorio, muy difícil. Había temas de “Tauromagia”, todo el disco de “Locura de Brisa y Trino”, otros temas de discos anteriores como “Ruiseñor y Mirlo”.
Con los antecedentes de segundos guitarristas que había, tremendos
“Sí, porque además las piezas de Manolo están concebidas para dos guitarras. Algunas veces la segunda guitarra es igual de difícil que la primera, con esos ritmos, esos conceptos de Isidro… yo veía que no llegaba, pero al final todo bien”.
Y para rato
“Desde aquel año hasta su último concierto hace unos meses en Barcelona. La verdad es que el tiempo que he pasado y paso con el maestro me sirve mucho. Él valora mucho el tiempo, el intercambio de ideas. Tenía que trabajar duro cada semana para intentar mostrarle cosas interesantes. Él, Manolo Sanlúcar, ha dado mucho de su vida por mí. Recuerdo que cada semana revisábamos qué había hecho, qué había compuesto nuevo, cómo iba avanzando con cada tema…”
«No es normal, con esos cuadros, los libros de poesía, filosofía, pintura… hasta la comida de Ana tenía arte. Qué manera de alimentarnos tenía la esposa de Manolo. Esa casa es especial”
¿Desde cuando la idea de este disco?
“Pues desde el primer momento que estuve con él. En su casa. Ya íbamos creando cosas y ensamblando material para el futuro. No había plazos, por supuesto, pero desde 2005 hasta 2014 fui creando para este disco. Lo último, la soleá en la que canta Arcángel. Teníamos siete temas pero era poco, hice la soleá como colofón”.
Para el que no tenga ni idea de música, hay que decir que se explora el modo mixolidio, una nueva armonía flamenca
“Es una armonía basada en un modo griego que invita a la ingravidez. Pero que tiene afinidades con el modo flamenco. Y de hecho todos los desarrollos en los que me muevo en mixolidio los resuelvo en modo flamenco. Creo que lo interesante es explorar ese modo por dos motivos: quizá el modo flamenco tiene síntomas de agotamiento y porque el modo mixolidio invita a zonas que aún quedan por explotar siendo cercanas al flamenco. No se trata de pegar una pentatónica del jazz y dejarla ahí sin más. Los otros modos tienen más afinidades al mayor, al menor, al menor armónico… son modos que son más entendibles. El mixolidio crea esa atmósfera única que hay que explorar”.
De aquí en adelante ¿Sigue Manolo siendo tu tutor?
“El contacto no lo voy a perder. Está claro. Él está en su casa de Sanlúcar y no voy a dejar de aprender. Él sigue teniendo experiencias, sigue aprendiendo, y sería absurdo que los que estamos a su alrededor no aprendiéramos con él.
Esa casa respira arte. No es normal, con esos cuadros, los libros de poesía, filosofía, pintura… hasta la comida de Ana tenía arte. Qué manera de alimentarnos tiene la esposa de Manolo. Esa casa es especial”.
A Isidro ¿le conoces tanto como a Manolo?
“No tanto. He trabajado con él, en el espectáculo que inició la Bienal de 2008, por ejemplo. Pero me hubiera gustado hacerlo más. Es otro ser especial. No trabajar con alguien no significa que no sea también tu maestro, como Isidro, Paco de Lucía…”
@chalauracom
