La madre de Camarón

como nunca la has visto

 

Este 1 de junio (viernes, 2018) está previsto que llegue a los cines el documental Camarón: Flamenco y Revolución, de alguien llamado Alexis Morante, que al parecer es un señor que ya ha rodado más biopics y reside en Los Ángeles. Esto declaraba Alexis Morante a EFE hace algo más de un mes a propósito de la proyección de su documental en el pasado Festival de Cine de Málaga: «Es muy difícil ofrecer algo nuevo sobre Camarón, pero creo que lo hemos conseguido, porque el documental aporta una nueva mirada sobre él». En efecto, el documental, aunque incluya algunas escenas inéditas de nuestro cantaor más mítico —escenas inéditas según Alexis Morante—, resulta todo muy visto ya. Si acaso, por apuntar algo, y bajando un buen cacho el listón de lo que podemos considerar novedoso, yo destacaría el papel un tanto intrigante de doña Juana Cruz Castro, la madre de Camarón, que es toda una gitana y que, como suele decirse, se come la pantalla y da un miedo que te cagas.

Copio unas frases del libro Camarón de la Isla. El dolor de un príncipe, de Francisco Peregil:

“La Juana no se amilanaba a la hora de aconsejar a su hijo. En otra de las cartas le decía que se había enterado de que salía con una fulana de Madrid que tenía muy mala reputación. (Pásmense: la madre de Camarón escribiendo esas cosas llamadas cartas). «Como no la dejes voy a ir allí y me van a tener que meter presa», amenazaba la Juana”.

El bueno de Camarón llevó a cabo sus expediciones particulares por esos mundos femeninos antes de casarse como Dios manda con la Chispa y, en fin, el amor de una madre no es lo mismo tener que leerlo en un libro que poder admirarlo en toda su humanidad en una pantalla de cine. Y quién quiere hablar de libros pudiendo hablar de películas.

Firman el guión el propio Alexis Morante y Raúl Santos, y luego la voz tostaíta del actor Juan Diego despacha con solvencia la narración. La película habla con bastante respeto de personas antiguas como Antonio Mairena o Manolo Caracol, lo que tal vez contribuya a no ofender a los puristas —si es que todavía queda vivo algún purista—, y también conectará bien con los flamencos de mediana edad que se quedaron con las ganas de ver en directo a Camarón, y como además Juan Diego espolvorea por ahí algún que otro taco y eso siempre queda muy Rolling Stone, pues a lo mejor hasta conseguimos enganchar al público más joven.

En cuanto al asunto espinoso de las drogas, Alexis Morante (Algeciras, 1978) lo resuelve con naturalidad pero sin regodeos, casi podríamos decir que muy aséptico todo. Las gentucillas morbosas de los barrios bajos nos decantaremos siempre por el exhibicionismo rayano con la apología de Hunter S. Thompson, pero se comprende que, tratándose de Camarón de la Isla, a veces no conviene herir sensibilidades.

Escuchemos la voz autorizada de la sabiduría:

—Camarón vivió con mucha intensidad porque era un artista. No sabía vivir de otra manera.

Esto lo dice Paco de Lucía en el documental Francisco Sánchez. Paco de Lucía (Daniel Hernández y Jesús de Diego, 2003), que es mi documental flamenco de cabecera de toda la vida. A partir de ahí, no necesitamos que ningún otro documental nos venga a contar lo que ya sabemos todos.

De modo que: ¿puntuación final para el compi Alexis Morante? Notable. Notable alto. Algunos, a diferencia del Risto Mejide ése de la tele, todavía sabemos hacer gala de nuestro abrumador cociente de deber cívico y bondad natural a la hora de valorar el esfuerzo de los demás. Y tampoco pasa nada porque vayan ustedes un día al cine, hay maneras peores de echar a perder una tarde de viernes.

Acabo ya. En los créditos hay un escueto apartado a modo de bibliografía y la primera referencia que aparece es el libro de Francisco Peregil que citaba yo más arriba y que a mí, personalmente, me sigue pareciendo lo más redondo y valiente que se ha hecho hasta la fecha sobre la figura de Camarón de la Isla. Y lo segundo más redondo y más valiente es el epílogo que escribió Silvia Cruz Lapeña para la reedición del propio libro de Peregil en Libros del K.O. «Ese grito es la venganza de la congoja. Algo eminentemente verdadero le sucede a la especie cuando suena ese grito», escribió Silvia Cruz Lapeña que escribió Félix Grande. Y aquí les dejo. Madre mía lo que está tardando en llegar este año el verano.

 

Germán San Nicasio

Escritor

 

 

 

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