Que viva Cai (y provincia)
Pablo San Nicasio Ramos @pablosannicasio
Está Madrid inundado de turistas, de los que vienen y sobre todo de turistas en potencia, de los que viven aquí y se mueren de ganas de serlo cuanto antes. De pirarse una buena temporada del estrés, el humo y eso que llaman Corte, que cada vez lo es menos, por mucho que lo digan los flamencos.
Y qué mejor destino que Cádiz, esa tierra que tiene de todo y todo rico, que decía el colega.
En época de FITUR, el escaparate del viaje de ocio mundial, el flamenco como reclamo, y Cádiz como epicentro. Así que todos a ver CAIJERÉ al Nuevo Apolo.
Espectáculo que ya tiene algún recorrido en el tiempo y algunos ases en el cartel a los que conviene ver de vez en cuando.
Personalmente la idea era reencontrarme con dos capos del flamenco joven. Uno: Manuel Valencia, guitarrista que además de tremendo soniquete, va cogiendo protagonismo en grandes montajes y ya no sólo como acompañante. Manuel es un peso pesado del flamenco del Sur y no precisamente por los premios que le den, que también, a pesar de los pesares de muchos jurados llenos de incompetentes, sino sobre todo porque se le adivina una calidad de afición al toque y al cante que hay que apoyar a toda costa. Anoche, de nuevo, cumbre en todas sus intervenciones, las de mayor belleza de la noche. Ese disco que se avecina va a ser canela fina.
Otro: Ezequiel Benítez, verdadero eco sísmico del Jerez actual. Cantaor que tiene otros menesteres artísticos más “abiertos” que el cante únicamente, como son la producción, composición, letras… pero que cuando coge el toro del cante por los cuernos deja a todos, y anoche los dejó a todos-todos, muy empequeñecidos.
Con el, suponemos, obligado vídeo promocional (con música pop en inglés para vender el producto gaditano, con un par) se abrió un evento que no se hizo largo, que contó con estupendos artistas como May Fernández, Chícharo, Joaquín Linera, Chiqui de Jerez, Diego Montoya o Niño Jero algunos míticos –ese Juan Villar al que no le vemos casi el pelo por aquí- o esa Macanita que siempre está de rompe y rasga, destaca la variedad dentro de los estilos gaditanos y el maravilloso estado de forma del bailaor Jesús Fernández, artista del que no habíamos tenido tantas noticias desde su premio en La Unión.
Grandes momentos dentro de un buen nivel general, con recuerdos a los Carnavales, los estilos más conocidos y trillados de la provincia y un final por fiesta siempre con la Perla presente.
Nunca nos cansaremos de decir ¡¡¡Viva Cai!!! A pesar de que nos vendan la moto en inglés.