Ibérica Suite: ‘Lorca y La Argentinita’ un siglo después
Noche delicatessen en la Sala Clamores para disfrutar de la reinterpretación de las ‘Canciones Populares’ que esculpieron en ‘pizarra’ Federico García Lorca y La Argentinita allá por 1931.
Fotos: Ferdi Pérez
Esto de mirar por el túnel del tiempo no deja de ser un ejercicio arriesgado y más en este caso, cuando es un cancionero tan incrustado en la memoria histórica y emocional de varias generaciones. Llamé a una amiga para ver si me acompañaba al concierto de ‘Ibérica Suite’ y ella me pregunto: ¿De que van?. Pues mira, han recuperado las canciones que Lorca y La Argentinita grabaron hace casi un siglo … ¿Te suenan ‘Los cuatro muleros’?. Y luego le tatareé “anda jaleo jaleo…..” y me dijo que esa noche no estaba para “alborotos”. Intuí que la propuesta no le pareció atractiva para sus contemporáneas ‘orejas’. No sé, reconozco que no canto muy bien y a lo mejor pensó que la cosa iba de jotas o folclore ibérico. Pero no fue así…
Los cuatro componentes de Ibérica Suite, Rubén Rebolleda al piano , Antonio Pastora en la batería, Peter Oteo en el bajo eléctrico y Celia Domene voz, zapateado , baile y castañuelas, salieron con ganas de armar la marimorena. Sus dos primeros temas ‘Duelo en el Chinitas’ y ‘La hoja de la verbena’ sonaron ‘cañeras’. A La Argentinita se le hubiera volado la peineta. Fue en los siguientes temas, más sosegados cuando empecé a disfrutar de los detalles…
En ‘Aires de Castilla’ el piano nos lleva en un ‘tumbao’ al Caribe, pienso que a Lorca este aire tropical le hubiera encantado y ahí empiezo a flipar con la versatilidad del pianista y sentir curiosidad por lo impredecible. Celia Domene, instruida en danza clásica y baile flamenco, sabe fluir en el escenario, se encuentra cómoda sobre las tablas . Me gusta cómo se mueve, tiene nervio y carácter en su repiques vertiginosos y sabe templar sin perder intensidad. En ‘Nana del Galapaguito’ su voz, más grave que la de ‘La Argentinita’, me transporta a un íntimo blues dulce y sentido. “Este galapaguito no tiene mare, lo parió una gitana, lo echó a la calle.”. Las penas cuando se cantan son menos penas , aquí y en el Delta del Missisipi.
Silencio en la sala, rasga la seda una tenue trompeta que sopla el joven aunque sobradamente preparado Mauro Álvaro, me quedo pasmao cavilando que nunca había oído una versión de ‘Los Cuatro Muleros’ que me contagiara tan profundamente la tristeza de una despedida.
‘“La luna es pozo chico, las flores no valen nada, lo que valen son tus brazos cuando de noche me abrazan” , los ‘Tangos del Zorongo’ suenan flamenquísimos. En ‘Corteixo de Luna’ nos transportan a la Galicia de orujo profundo. ‘Axa , Fátima y Marien’ la envuelven en un swing en el que Peter Oteo al bajo aprovecha para darse el gustazo de subirnos a lomos de un groove vertiginoso.
Antonio Pastora y Rubén Rebolleda introducen en ‘La Tarara’ un diálogo entre batería y piano que empieza por lo bajini y acaba en un crescendo explosivo. Aplausos a tutiplén.
El pellizco a este jambo le llegó en el bis cuando Rubén Rebolleda al piano engarzó el ‘Round Midnight’ de Thelonius Monk con la voz de Celia en ‘Ojos Verdes’. Volví a acordarme de Lorca, esta vez en Nueva York.
Las ‘Canciones Populares’ son reconocibles pero en vez de disfrutarlas encerradas en una vitrina del siglo pasado, ‘Ibérica Suite’ las saca de paseo para que se aireen de brisa contemporánea. Los tiempos y armonías cambian pero la pasión permanece.
¡Otra , otra , otra! Y por la calle se le vio a este jambo hablándole a una enigmática mujer de que existe un territorio común que nace del más jondo latido del ser humano y en el que todos conectamos…
Seguiremos disfrutando.
@esejambo