De los pocos artistas de la Historia del cante que, antes de cumplir los cuarenta, ha realizado tantas y tantas proezas jondas seguidas. No tanto en el ámbito de la creación como en el de la recreación e interpretación. La obra de Miguel Ángel Poveda León (Barcelona 13-2-1973) se resume en cuatro palabras: talento, inteligencia, versatilidad y fuerza. Todo lo que hay que tener para llegar, como así ha sido, a lo más alto.

Desde que en 1993 se llevase cuatro premios en La Unión (Murcia), este catalán hoy afincado en la campiña sevillana ha puesto a todos de acuerdo y hasta se ha granjeado un grupo de detractores, esos que suelen aparecer en la vejez o camino de ella.

Ha llenado y triunfado en todos los grandes teatros del Mundo y se ha recreado en su exploración de los géneros más importantes, no sólo de su país (flamenco, copla, canción), sino también de su región catalana. Trabajos por los que ha conseguido todos los premios posibles.

Miguel Poveda es lo que en otros escalafones se conoce como un “número 1”. Ídolo de masas capaz de los más grandes retos aún en tiempos de crisis y exigencias de taquilla. Todo lo puede y todo lo quiere Miguel, de quien esperamos ansiosos una segunda parte de su carrera con visos de antológica.