Rosario “La Tremendita” es una cantaora de fuerza. De las de poderío. No es que su nombre le venga que ni pintado, los Tremendos son saga, es que a veces se le queda corto. Rosario pasa por Madrid para hablar y presentar “Fatum”, su segundo y metafórico disco de cante. Su destino, su fatum pasa por cantar “adelante”, no es una cantaora para bailar, como muchos la tenían encasillada. Se reivindica y nos los explica a la comunidad chalada.
Texto y entrevista: Pablo San Nicasio
«Sin mi guitarra… yo no hubiera sido cantaora”
Segundo disco Rosario, y sin haber cumplido treinta años
“Es como un segundo hijo. Aunque esto no han sido nueve meses de gestación, han sido más bien dos años. Exactamente dos años de preparación, preproducción y dos meses encerrados en el estudio. Hay que tener mucha paciencia conmigo.”
O sea que, ¿justo después de “A Tiempo” comenzaste con esto?
“No. El primer disco tenía muchos miedos y presiones. Y además fui muy prudente. Era un trabajo de una vida entera y tenía que ponerlo todo en una docena de temas. Ahora ya no era así. Tras aquello quedé muy contenta, pero corté y comencé de cero de nuevo. Seguí trabajando y cuando he sentido la necesidad de contar algo me he puesto a hacer este proyecto. Ahora me quité las prudencias, prejuicios y miedos, sobre todo de mí misma y lo he abordado de otra manera.”
Es decir, que eres tú más dura contigo misma que la gente de fuera
“Sí, es así. Yo soy a quien debo rendir cuentas. Y soy la más dura.”
Te defines como cantautora flamenca, algo no muy corriente
“Bueno, es que me gusta cantar lo que siento y lo que yo escribo. En este disco he leído y cogido letras de otros poetas también, es cierto. Pero lo que predomina en mí es firmar las obras que hago. Realmente es un término que no se ha utilizado aunque mucha gente lo hace. Si ellos se llaman cantaores o cantaoras me parece bien, pero yo prefiero denominarme cantautora flamenca.”
No sabía, de verdad, que eras una cantaora de casta
“Mi padre era “El Tremendo” y yo era la Tremendita. Mi hermano es “Tremendo Hijo” y en este disco hace los coros. Él estudia carrera y va por otros derroteros, pero le tira también el cante. Sí, somos una familia de artistas.”
Me llama la atención que siendo de dinastía, estudiaras en “Cristina Heeren” o en el Conservatorio. Me parece estupendo no, lo siguiente, pero me llama la atención…
“Bueno, la beca que me dieron en Cristina Heeren la hice en el bar. Me la dieron por un concurso que gané, pero yo allí no me encontré. Y aprendí cosas, pero yo con quince años, en chándal, todas las niñas muy arregladas, todas mayores que yo. Estaba en el bar cantando. Me pusieron exámenes, por ejemplo, Manolito Soler me puso uno pero no me presenté…un cero. A mí me gusta encerrarme en mi habitación, con mi guitarra, encontrarme a mí misma después de muchas horas ahí metida. Había dejado el bachillerato y mi padre me dijo que tenía que hacer algo, pero la verdad es que me cundía mucho más en casa yo conmigo misma que allí. Por cómo soy yo, no porque me niegue a estas enseñanzas en sí, pero yo aprendo de otra manera. No sé cuanto tiempo estuve, pero no me encontré cómoda. Y los adoro y sé que me trataron estupendamente.
El caso es que el conservatorio fue igual. Era muy pequeña, pero mucho. Con cinco o seis años. Y también la lié parda. Me metieron en piano y llegué a cuarto pero yo siempre tocaba por soleá, hacía mis cosas. Y llamaban a mi madre para decirle que la niña hacía un poco lo que veía qué tal… Hoy en día realmente quiero volver a ponerme con el solfeo y la partitura. Sé leer, pero tardaría bastante tiempo en descifrar todo con soltura, quiero volver con eso. No soy de matemáticas y contar los compases y tal…pero a veces siento esa necesidad de aprender eso.”
“A mí me gusta encerrarme en mi habitación, con mi guitarra, encontrarme a mí misma después de muchas horas ahí metida”
Pero tú no eres de las que “aprenden” el cante
“Respeto las dos formas, la de aprender y la de la intuición del músico. Se nota cuando repites y cuando haces tuyo el cante. Son dos conceptos. Tiene que haber de todo. Mis formas son pelearme conmigo misma, tener conflictos, encerrarme a escuchar a Vallejo, tocar diez horas la guitarra o el bajo y encontrarme con ello. Es difícil. Entiendo que no todo el mundo aprende así, pero a mí no me va mal.”
Y la guitarra, tu compañera
“Mi cante y mi vocación no se definen sin la guitarra. Yo llevo tocando muchos años y sin mi guitarra no sería cantaora. Y fue Belén Maya quien me dijo que saliera a tocar por malagueña. Me dio muchísima fatiga pero lo hice. Y Rocío en casa me anima a que lo haga. Y Salvador Gutiérrez igual, tocamos juntos. Me hago algunas falsetas de Antonio Rey, de Salvi, de Eduardo Trassierra…quede claro que no soy guitarrista ni pretendo serlo, pero es una herramienta que me ayuda mucho a completar mi faceta cantaora. Me aporta… vamos que sin mi guitarra yo no sería cantaora.”
Vamos ya con “Fatum” y lo que conlleva
“Yo empecé un espectáculo, un proyecto, “Qasida”, con Mohammad Motamedi y nos implicamos mucho juntos. Investigué y leí mucha poesía para ese espectáculo. Poesía de Rumi, por ejemplo. Oriental, iraní, etc. Y vi que muchas cosas, como el destino, el vino, el amor…son comunes en las letras flamencas y las suyas. La idea de Rueda, destino, es algo que se da mucho y me motivó mucho como material para mí. El concepto me gustó pero no la palabra. No iba a llamar Rueda a mi disco. En la mitología clásica encontré la palabra “Fatum” como similar a rueda del destino y su contundencia me gustó. No se había usado y todo se empezó a cerrar. En el disco hay poesía de Rumi, también mía. Pero si hay otra letra que cuenta las cosas mejor que yo, tiro de ellas. La poesía la pongo al servicio de la música. Y si veo que tengo que intercalar en una letra de Rumi algo popular o mío, lo hago. Al final todo al servicio de la música, porque soy por encima de todo, una música».
Defíneme este disco
“Es un disco más flamenco y más arriesgado. Digo muchas más cosas. He tenido en cuenta más las letras, los arreglos, los músicos, los timbres…eso es en lo que en el primero fui prudente. Ahora he sido más libre y bueno…aquí está.”
“Decir que yo soy cantaora para baile sería ofender a los que lo son. Mi padre lo es, pero yo no lo soy. No puedo decir eso”
Aparece Diego Amador
“Es que lo adoro. Vi de pequeña aquel documental en el que salía tocando aquella batería hecha por él mismo. Me he criado con su música. Cómo le duele, el sentido que tiene, sus necesidades. Un fenómeno. Toda su música suena a flamenca y mira que toca el piano, toca jazz, el bajo, canta, la batería…todo lo hace. Es un referente para mí. Convivimos mucho juntos. Mira, me compré el bajo y ahora estoy metida en ese papel con una fuerza…»
Y Rocío
“Bueno, tenía que estar. Forma parte de mi vida pero mira, no la he dejado bailar. Realmente quería montar un ejército de músicos y cada uno que tuviera un papel definido y qué mejor que con ella. Pero no lo previsible. Y pasa con todos, nadie aparece en el disco de forma aleatoria o gratuita. El mismo Salvi, se ha pegado todas y cada una de las sesiones de la grabación conmigo. Compañero a muerte.”
Te defines como cantaora para cantar “adelante”
“Te lo explico. Es que desde los siete años me subo a los escenarios. Desde los dieciocho a los veinticinco más o menos he acompañado al baile, algo vital e importantísimo. Pero si sumas, lo que yo más he hecho han sido peñas, festivales y concursos. Soy cantaora para salir “adelante”. No soy una cantaora para bailar. Eso es otro mundo. Me ha llenado y he aprendido pero mi camino es diferente. Estoy orgullosísima de los bailaores con los que he estado. Son amigos y los adoro. Pero decir que yo soy cantaora para baile sería ofender a los que lo son. Mi padre lo es, pero yo no lo soy. No puedo decir eso.”
¿Eso significa que no te vamos a ver a partir de ahora cantando para…?
“Sí. Uno tiene que ser fiel a sus principios. Tengo necesidad de decir cosas, pero ya en otro contexto.”
Es decir, que este disco tiene recorrido, lo quieres mover. Estar ahí con tu “hijo”.
“Si, por supuesto. Un hijo merece todo el cariño y quiero rodar este disco a tope. Tenemos mucha ilusión con la puesta de largo en Jerez. Diego Amador y yo, y más músicos. Pero ese formato con Diego me hace mucha ilusión, guisárnoslo y comerlo juntos. Tengo muchas ganas de cerrar cositas con Diego. Sueño con la gira con Diego. Me voy a desarrollar mucho. Quiero que “Fatum” dure mucho.”