Quedamos con ella en su barrio madrileño, no donde nació porque María es toledana, pero sí donde vive. Ya desde hace bastante más de un lustro. Dicen que uno también es de donde tiene un techo para vivir.  Hablamos con “María Toledo” días antes de su concierto en Cádiz, con la Orquesta de Córdoba bajo la dirección de Jesús Bola. Sí, el mismo. Aquel que dirigió hace cuarto de siglo a Camarón en el “Soy Gitano”. Ese fue el pretexto para la entrevista, aunque sabíamos que la conversación daría para mucho más.

Entrevista: Pablo San Nicasio Ramos | Fotografía: Elena Campos Cea

“Me molesta si me piden limpiar mi voz”

Antes de nada, cuéntame lo de Cádiz de esta semana
“Sí, mañana empiezo los ensayos con la orquesta. Jordi Tort llamó a mi oficina y nos ofreció un proyecto de colaboración de dos canciones con la Orquesta de Córdoba. Y le dije que de dos nada, que muchas más. Ya tenía experiencia en flamenco sinfónico, pero no como protagonista y creo que era el momento. Les pareció bien y ahí salió el nombre de Jesús Bola. Me dieron la opción de elegir director y rápidamente pensé en Jesús. Empecé a bajar a Sevilla para ver los temas y los arreglos. Él tiene su estudio en Gines y trabaja mucho, pero yo quería continuar aquella estela que inició con Camarón en el 89 y que tristemente no se pudo mantener. Así que estoy súper ilusionada para esta etapa de voz flamenca sinfónica. Se trata además de un repertorio ortodoxo, solo hay dos temas que, podríamos decirlo, no son tan flamencos. Uno de cada disco.”

Se llama “Con otra Mirada”, como tu recital de flamenco. ¿En qué se diferencia ahora que lleva orquesta?
“Es totalmente diferente. El repertorio es el mismo, pero en un recital flamenco tú puedes improvisar. Aquí el margen de improvisación es mínimo, la estructura es medida porque todos van a partitura.”

Tú llevas a veces partitura, no siempre.
“Hay veces que sí, otras no. Me gusta mucho la libertad. Yo sé leer partitura, pero no me considero académica. La mayoría de los grandes músicos que se manejaban con partitura no responden, en mi opinión, a ese parámetro de academicismo. Ni Bach, ni Beethoven…por escribir la música en papel no se cortaban las alas. No dejaban de ser libres. La partitura o el conocimiento lo veo más emparentado con la técnica. Que sí es imprescindible. Como en el toreo. Tú puedes decir que tienes todo el arte del mundo, pero debajo de eso hay una técnica que hace que luego salga el arte y el alma.”

Empezaste en el conservatorio con el piano ¿fuiste de las rebeldes?
“Pues sí. Fíjate, lo pasé mal. Yo suspendía armonía porque en las reglas clásicas de no repetir las octavas o las quintas seguidas hacía un poco la vista gorda. Me metía en tonalidades más raras…desafiaba un poco al profesor. Dentro de mi apariencia formal allí la verdad es que era un poco rebelde. Y no lo pasé bien porque date cuenta de que te ponen estudios, obras por épocas, Barroco, Renacimiento…todo muy encorsetado. Quizá lo que más me gustaba era la música contemporánea. Llegábamos a tocar piezas de Chick Korea o Béla Bartók…ahí estaba más a gusto.”

¿Y desde pequeña cantabas con piano?
“Sí, cuando nadie me veía. Luego fui creciendo con él. Ahora creo que mi cante sería imposible sin el piano. La guitarra ni idea, pero el piano siempre ha ido conmigo.”

Hablando de guitarra, no te sueles acompañar mal cuando no tocas el piano…
“Jesús de Rosario me parece uno de los mejores o quizá el mejor acompañante al cante. Sinceramente, hasta que no le conoces no sabes el pedazo de músico que es. Respeta la voz, no eclipsa el cante y podría hacerlo. Nunca me ha fallado y le han llamado grandes figuras con más dinero. Es un hombre de palabra. Maravilloso.”

Oye María, lo de los estudios de derecho. ¿Realmente tuviste vocación de abogada?
“Bueno, cuando yo estudiaba música la gente decía que si estudiaba otra cosa “aparte”. Como si la música no se estudiase. También yo soy hija un poco de esta sociedad y este tiempo de titulitis y se me decía que era necesario tener una carrera “seria”. Vengo de una familia de principios tradicionales, de la cual no reniego por supuesto, pero que condicionó en ese apartado mi formación. Una familia que, por otro lado, me ha venido bien para entender mejor el mundo del flamenco.”

Bueno, también es cierto que ser abogada te defiende mejor de contratos discográficos leoninos ¿no?
“Bueno…a veces es mejor no saber, fíjate. Lo analizas todo y dices…voy a firmar sabiendo que me están engañando. Pero es que hay momentos, sobre todo al comienzo, en los que sabes que las lentejas están ahí. Luego con los años te puedes arrepentir…pero lo que es seguro es que muchas veces no tienes otra opción. A veces he perdido juicios pensando que los iba a ganar y en otras ocasiones me ha pasado al contrario. Nunca se sabe.”

Reconozco que a veces me he metido o he cuestionado tu voz, tu timbre. Me gustaría que me contases si es tu voz natural, esa que pones en tus recitales
 “Mi mejor amigo del flamenco, que es Arcángel, también me pregunta eso. Y no le puedo engañar. A mí me sale cantar así siempre. Esa voz rota es con la que yo me siento a gusto, forma parte de mis adentros. Me han dicho que la “limpie” y eso me sienta muy mal, porque yo me desarrollo así mejor. Y lo he hecho siempre. Puede que con dieciséis años tuviera un timbre algo más limpio, pero el cambio de voz ha ido en la estética que me gusta. Pero mira, Pablo, el timbre puede ser importante. Pero la cuestión esencial es cómo construyes los cantes. Aparte de tener un metal u otro, lo importante es cómo construyas eso. Pepe de la Matrona tenía un problema de salud que le condicionaba, pero mira cómo hacía la serrana… Mira, a mí me gusta la filosofía que tenía Juan Belmonte. Me estoy leyendo el libro de Chaves Nogales y decía algo parecido a esto: «El arte de los toros está tan hecho, tan maduro, tiene una liturgia tan acabada, que el torero nuevo ha de someterse a una serie de reglas inmutables y a una disciplina educadora, para la que yo no estaba bien dotado. Lo vi claro desde el primer momento. En la liturgia de los toros yo sería siempre el último monaguillo. En cambio, me creía en condiciones de ser el depositario de una verdad revelada.”
Ese hombre, a priori no estaba tan dotado para el toreo. Y sin embargo lo revolucionó, hizo una variante. Si uno se deja llevar por las medidas, los standards al final creo que no llevan a algo realmente importante, nuevo o personal.”

¿Te molesta que a veces te tachen de flamenca, de folclórica…que no se te ponga en un hueco fijo?
“Yo no sé. Sinceramente. Mucha gente puede pensar que porque salgo a cantar por soleá con minifalda es una falta de respeto. Sí, tengo un pasado de festivales, de concursos flamencos…pero yo tengo una faceta personal, diferente. No me como la cabeza por el nombre o etiqueta sobre el género que hago. Lo que me motiva es que a mis conciertos van jóvenes, atraídos por lo que hago. Yo sé que soy flamenca, pero no sé qué pensar con lo que dicen, porque no es algo que me planteo.”

¿Y qué opinas de la copla?
“Yo empecé cantando copla y flamenco, pero nunca salí con bata de cola o peineta. No me gusta. También te digo que la literatura de hoy en la copla no está tan conseguida como la de antes. Quizá aquellos letristas sean insuperables. Esas cotas quizá no se han reeditado. Cada época tiene lo suyo…”

Y la próxima época tuya será la del tercer disco…
“Sí, pero no digo fechas. Será un disco que tenderá más al flamenco. Habrá detrás un productor muy importante y, como te digo, irá en el camino de la ortodoxia, progresivamente. Que es un horizonte que tengo en mente. Mucha gente empieza haciendo flamenco muy puro para ir luego distanciándose, yo tengo la idea un poco contraria. Siempre desde el estudio y no buscando la facilidad.”

Bueno, esa idea podría tapar bocas
“Sí, pero vamos, que no lo hago por eso. Qué me importan lo que digan si luego Miguel Poveda, El Pele, Diego Carrasco, Arcángel…esos compañeros me apoyan y saben lo que hago. No hay envidias entre nosotros, adoro a todas las mujeres cantaoras de mi generación… en ese sentido me considero muy sana.”

¿Qué pianistas hay en tu órbita?
“Te hablaba antes de mis profes Pablo Rubén Maldonado y Luis Guerra. Dorantes me parece un músico espectacular, Chick Korea, Michel Camilo, Diana Krall, Hiromi Uehara…y de los antiguos…Bach, sin duda.”

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