A pocos días de su “alternativa” en la Plaza de las Ventas, Miguel Poveda dice estar nervioso. Responsabilizado y a la vez feliz de seguir haciendo camino en una historia que promete hitos flamencos, copleros y lo que se proponga. Junto a amigos como Carmen Linares, Serrat o María Dolores Pradera, el concierto de este día 21 parece revestirse de punto y aparte. En su carrera y hasta en la temporada musical madrileña. La primera mirará a América, la segunda claudicará de nuevo ante un artista que no sabe de crisis volviendo a poner a todos de acuerdo.
Entrevista: Pablo San Nicasio Ramos | Fotos: Pablo Muñoz Cano
“Si sólo tuviera que cantar flamenco me sentiría maniatado”
¿Cómo estás?
“Imagínate, a unos días de cantar en Las Ventas…”
Pero si a tí estas cosas realmente no te ponen nervioso…
“¿Pero cómo que no? Es mucha responsabilidad, Pablo…”
Tú toreas bastante bien
“Me sube la adrenalina y qué quieres que te diga, luego se disfruta sobre el escenario, pero hasta entonces son muchos nervios.”
¿Es comparable a cantar en el Real?
“Aquello me imponía, era muy importante, pero había estado en otros grandes teatros. Viena, Buenos Aires…ese formato ya lo conocía. La Plaza de las Ventas me impone aún más. Es un sitio donde han cantado grandes figuras de todos los géneros…es tan grande…”
¿Cómo va la venta de localidades?
“Bien, hay unas siete mil entradas a la venta y va bien. No se pondrá toda la plaza a la venta, está claro. Un concierto allí es algo más reducido.”
¿De quién fue la idea?
“De Rafa Coto (uno de sus representantes, sentado allí al lado). Se le ocurrió y a mí me entró la risa floja. Pero luego le empezamos a dar vueltas….”
Bueno, no es tan descabellado, tú hiciste un espectáculo en la Maestranza
“Ya, pero era la Bienal, era algo que se nos propuso…iba a ir mucha gente a ese festival…pero esto va más por nuestra cuenta. El caso es que siempre se quedaba gente sin verme y ahora existe la posibilidad de que venga mucha más. Pero tampoco se trataba de hacer un recital más. No quería hacer un concierto de los de una gira y que venga cuanta más gente mejor. Y me dí cuenta que como añadido se cumplían veinticinco años de mi debut en la Peña Flamenca de Badalona. Con lo cual tenía realmente un motivo de celebración. Así que sí cogió cuerpo esa idea. Y la de reunir en las Ventas a mis compañeros, haciendo un repaso de lo que he hecho hasta ahora. Dije que adelante…con la boca un poco pequeña… pero adelante.”
No me creo lo de la boca pequeña, tú te mueves ya con retos…y este es uno que podría entrar dentro de lo factible, de la lógica en la que te mueves. Es más, seguro que estás pensando en lo que viene después…
“Nooooooo, te equivocas, te lo prometo. Desde fuera puede parecer una cosa pero lo que yo te diga, que soy muy sincero. Para bien y para mal. No, no es para tanto.”
“me dí cuenta que como añadido se cumplían veinticinco años de mi debut en la Peña Flamenca de Badalona. Con lo cual tenía realmente un motivo de celebración. Así que sí cogió cuerpo esa idea. Y la de reunir en las Ventas a mis compañeros, haciendo un repaso de lo que he hecho hasta ahora”
Bueno, vale. ¿Qué formato vas a hacer?
“Una primera parte de flamenco tradicional, con voz desnuda, guitarra, palmas, una pincelada de baile. Habrá una parte de copla, con músicas populares, tango…será un repaso de todo. Con la ayuda del maestro Amargós. Y más, claro.”
Lo del tango lo dejamos ahí, para el futuro…
“Hice cosas, lo que pasa es que no vieron la luz en disco.”
Ya te veo cantando en la Bombonera
“(Risas) Nooo, en realidad a mí estos espacios tan grandes no me gustan mucho para cantar, pero es una cuestión de que pueda venir gente que muchas veces no puede verme. Prefiero que haya entradas sin vender a que la gente se quede fuera porque el sitio no daba más de sí.”
Traerás a cuatro amigos, de los buenos
“Bueno, Lole Montoya no vendrá. Sí los otros tres. Además de Chicuelo, Amargós, Marcelo Mercadante en la parte de tango… que ya todo eso es tela.
Carmen Linares viene porque es mi mejor amiga del mundo del flamenco. Mi mejor compañera, la artista más generosa y más comprometida. Como persona y como artista debía estar. Mariza iba a estar representando los fados, pero no pudo ser. María Dolores Pradera en la parte de música popular, una dama. Serrat en la parte de los poemas, porque es el poeta contemporáneo que más me gusta. Le sigo desde pequeñito y siempre defendió el flamenco. Yo había colaborado con él en algunas cosas, así que le llamé y le dije ¿Quieres venir?”
Cantar en una plaza de toros es flamenquísimo…dicen que antes se cantaba sin micro…
“Uffff, no sé…hombre a la Paquera puede que sí se la escuchara…pero a otros…no sé…tela.”
De tu experiencia en la Maestranza, de la que tanto se habló ¿Te arrepientes de algo?
“Fue una experiencia, que con todo lo bueno y lo malo fue una experiencia. No me arrepiento, pero si hoy me lo propusieran no lo haría. Yo se lo que haría ahora, y eso no. En aquel momento…lo haría de otra manera. Bueno, no, directamente no lo haría. No toda la gente con la que estuve trabajando allí me hizo pasar un buen rato. Había muchos músicos, y la mayoría buenos. Tanta gente y tanto tiempo de preparación… a veces hay chispas. Y con que haya uno que contamine el ambiente, el resto lo paga. Hubo momentos llenos de energía negativa. Fue agotador, quise asumir mucho trabajo, hubo escopetas cargadas, que dispararon, pero no mataron…”
“Tenía claro que quería cantar. Me dí cuenta de lo duro que era pero quería hacerlo. No iba a estar en la obra, ni en una fábrica, ni soldando, ni los andamios. Lo mío era aquello, lo tenía clarísimo”
Volviendo al aniversario, veinticinco años desde que saliste a cantar en la peña de Badalona. ¿Recuerdas el programa?
“Sí, claro. Canté por tangos, una canción de Manzanita, un garrotín y unas colombianas.”
¿Y qué tal?
“Fatal…”
Ya estamos…
“De verdad, lo pase fatal. Eso de cantar en tu cuarto está muy bien, pero cuando tienes un micrófono delante…”
¿Está grabado?
“Sí.”
¿Y quién lo tiene?
“Yo solo (Risas)”
¿Guardado con siete llaves?
“Sí, en un submarino en las profundidades…no, en realidad lo van a poner pronto en un documental, así que se verá…”
¿Tenías ya pretensiones profesionales?
“Bueno, tenía claro que quería cantar. Me dí cuenta de lo duro que era pero quería hacerlo. No iba a estar en la obra, ni en una fábrica, ni soldando, ni los andamios. Lo mío era aquello, lo tenía clarísimo.”
De ahí a la Unión van cinco años, años que se tienen en cuenta en este recuento de trayectoria. ¿Qué pasaba entonces?
“Sí, porque ya empecé a trabajar en el Tablao Cordobés de Barcelona, ganaba algún concurso y mi dinerito con esto…no veas la ilusión que me hacía. Por fin me ganaba la vida cantando.”
“Voy por libre, porque la mayoría de los managers que he tenido antes me han robado. Si he tenido cuatro me han robado tres. Soy muy desprendido y he sido un trabajador de esto. Ni me quiero hacer rico ni nada, como dicen por ahí”
¿Aquella ilusión se puede comparar con la de ahora? ¿Esto es como te lo habían pintado?
“No es lo mismo. Ahora tiene uno conciencia de la profesión. Antes eras feliz sin carga, ahora está claro que sí la hay, y no veas como pesa (se señala los hombros). Tienes un lugar, pero también pierdes otras parcelas. Y eso quita felicidad. Antes me reía con los compañeros del tablao, iba a la playa…ahora voy por Sevilla y tengo que llamar a mi hermana porque me da vergüenza ir por la calle.”
Y en lo estrictamente profesional ¿Qué se ve desde ahí arriba?
“Mira, arriba no sé que es, pero desde dentro no se ve igual que desde fuera. No me observo. Lo que sí te digo es que es mucho más duro de lo que yo pensaba, de lo que se dice y de lo que nos venden. Y más en este país.”
Hay muchos que se están yendo
“Hombre, yo si me quejara sería para abofetearme. No es que quiera que me hagan la ola en todo momento y me considero bien tratado. Pero lo mismo que das pasos hacia adelante, hay gente y cosas que tiran de ti para atrás, algo que a mí me hiere.”
¿Esa es una de las razones por las que mucha gente se va del flamenco y luego vuelve?
“En mi caso no. En mi caso es que si sólo tuviera que cantar flamenco me sentiría maniatado. No es teatro. Es que me gusta interpretar otras músicas, a otros artistas. Veo a Mariza y me encanta. Y tenía que cantar con Chavela…”
Y en el caso de gente estudiosa o artistas de tu tipo ¿No puede ser que el flamenco no dé más de si?
“No, porque siempre hay que evolucionarlo y difundirlo, y sólo con eso imagínate el trabajo que hay que hacer. Vienen generaciones y no se pueden encontrar el flamenco en un baúl. Ellos se merecen conocer a Angelillo o al Carbonerillo…”
Volviendo a lo de las Ventas ¿a ti te gustan los toros?
“Uffff….cañonazo de pregunta ¿no?”
¿Tan mal estamos en este país como para no poder hablar de esto, de los gustos de la gente?
“Pues sí. Pero mira vale, voy a contarte…hay que ser sincero. Uno a veces tiene que estar midiendo las palabras y tal… No soy taurino así de ir a los toros o de afición de abono. Pero he ido de vez en cuando y me he emocionado viendo a Morante, viendo a Manzanares, a José Tomás…pero hay partes en las que dejo de ver arte. La sangre…ahí ya me quiero ir…ver algunas suertes del toreo…yo tuve de road manager a Salvador Boix que luego se hizo apoderado de José Tomás. Y le preguntaba. Tengo amigos banderilleros…y les pregunto por qué esto o por qué lo otro…
Yo en Almería, viendo una faena de José Tomás me levanté a decir un ole y no me podía creer que yo hiciera aquello… de todos modos, la tauromaquia tiene su parte de oro y su otra cara…”
Me gustaría hablar de la solvencia empresarial de Miguel Poveda, algo que supongo que quitará amigos
“Lo que ocurre es que yo quiero cantar. Tengo vocación. Así que si no me contrata un ayuntamiento me lo busco yo por mi cuenta. Y ahora encima voy por libre, porque la mayoría de los managers que he tenido antes me han robado. Si he tenido cuatro me han robado tres. Soy muy desprendido y he sido un trabajador de esto. Ni me quiero hacer rico ni nada, como dicen por ahí. Yo tomo las riendas cuando mi hermana, mi sangre, se harta de ver como me dejan, casi arruinado, los managers anteriores. Y yo harto de trabajar. Ahora somos un equipo, Lole, Rafa, mi hermana…a los que se paga un sueldo, hacen la producción de los conciertos, alquilamos los teatros…y luego pagamos a los músicos. Es arriesgado pero antes lo hacían así también. Y ahora con el veintiuno por ciento de impuesto. Que tiene tela.
Estoy destrozado de andar por aeropuertos, de angustias y de presiones, de trabajar en esto y soy perfecto dueño de lo que hago.”
Esos managers ¿Son cazatalentos de concursos?
“Son cazabolsillos. Y que seas una máquina de hacer conciertos. No te dejan decir que no a tal sitio. Hay cosas que no sirven en la carrera de uno y no debe de ir, pero no te dejan…”
Ahí iba con lo de las Ventas…que es un sitio donde estaba claro que ibas a ir…y después…
“¿Quieres que te lo diga? Por Iberoamérica. Son países que tienen muchos vínculos con el flamenco y una sensibilidad para tratar el arte. Necesito cantarle a otra gente que no he cantado. Quiero desaparecer un poco de aquí…que no me echen de más…”